Pese a los deseos de Obama, la Casa Blanca no tiene planes sobre el control de armas
La Casa Blanca aclaró ayer que, pese a las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre la puesta en marcha de «acciones» para combatir la violencia en el país, no hay ni iniciativas ni calendarios concretos sobre la mesa.
GARA | WASHINGTON
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acudió el domingo a la localidad de Newtown, en Connecticut, para rendir homenaje a las víctimas de la matanza del viernes en la escuela de Primaria en la que murieron 26 personas, 20 de ellas niños, por un joven que también mató a su madre y se suicidó.
Desde allí, abogó por dar pasos para evitar que este tipo de sucesos vuelvan a ocurrir, pero sus palabras fueron suficientemente tibias y ni siquiera llegó a pronunciar la palabra «armas». «Ya no podemos tolerar esto. Estas tragedias deben terminar y, para terminarlas, debemos cambiar», afirmó Obama.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, explicó ayer que no hay un calendario específico sobre las medidas que quiere Obama. Carney se limitó a indicar que la intención del presidente es promover «en las próximas semanas» un diálogo con diversos sectores. «No voy a referirme, punto por punto, a posibles políticas o medidas, pero el presidente siempre ha apoyado la reinstauración del veto a las armas de asalto que expiró en 2004», añadió Carney, en alusión a un «problema complejo» para el que existen «varias soluciones».
Peticiones
El derecho a llevar armas está recogido en la Constitución estadounidense en su famosa «segunda enmienda». Pero una ley, firmada por Bill Clinton en 1994 prohibió las armas automáticas y expiró en 2004 sin que fuera renovada. Obama había prometido ponerla de nuevo en vigor durante la campaña presidencial de 2008, pero nunca hizo de ello una prioridad. Más de 145.000 personas habían firmado hasta ayer a mediodía (hora de Washington) una petición en la página web de la Casa Blanca para pedir al presidente que abra un control sobre la circulación de armas.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, copresidente de la iniciativa «Alcaldes contra las armas ilegales» afirmó que la violencia armada «es una epidemia nacional» en EEUU, y pidió a Obama que lidere una iniciativa legislativa contra las armas ilegales. En un acto en Nueva York en el que se reunió con supervivientes y familiares de víctimas de armas de fuego, Bloomberg calificó de «crimen indescriptible» la matanza ocurrida en la escuela de Newtown.
Los tradicionales defensores de las armas no están ofreciendo una respuesta contundente en este debate e incluso se percibe algún cambio, como el del senador Joe Manchin, quien emplazó al Congreso, a la industria armamentística y a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) a abrir un diálogo «sensible y razonable» para limitar la posesión de armas de fuego de gran potencia como el fusil utilizado en la matanza.
«Pido a todos mis amigos de la NRA, de la que soy un orgulloso miembro, que debemos sentarnos y abrir un diálogo para lograr una postura sensible y razonable para resolverlo», afirmó Manchin. «Nunca había visto masacrar a nuestros hijos. Esto nunca había ocurrido en América, que yo recuerde. Nunca había visto este tipo de masacre», añadió.
Pero en el debate sobre la seguridad en las escuelas de Estados Unidos, frente a quienes proponen proteger las escuelas con mayor atención sicológica en las aulas algunos defienden que los profesores deberían ir armados a clase, -ya ocurre en algunos colegios de Texas- como propuso ayer el representante estatal de Oregón Dennis Richardson (republicano).
La pequeña ciudad de Newtown enterró ayer a los primeros niños víctimas de la matanza. Los funerales de Noah Pozner y Jack Pinto, ambos de seis años, se llevaron a cabo en una ceremonia «triste y muy emocionante», según el pastor Gwendolyn Glover. «Los padres apretaban a sus hijos en sus brazos como queriendo protegerlos y decirles `ahora estáis seguros'», afirmó. Las escuelas permanecieron cerradas. La atmósfera tensa se vivió también en el homenaje a las víctimas en el que participó el presidente Obama el domingo en el instituto de enseñanza media de la ciudad, al que muchas familias acudieron con niños pequeños. GARA
Un joven uruguayo disparó el pasado domingo en un hospital, sin causar víctimas, para intentar imitar la masacre del viernes en la escuela de Newtown, según declaró a la Policía.