Decía ayer el editorial de este diario sobre la matanza de Newtown que los tiroteos masivos en EEUU, aun reconociendo que también ocurren en otros sitios, constituyen un problema cuya solución es bastante más complicada que el control de armas. Finalizaba el editorial afirmando, en opinión de servidora acertadamente, que los cambios legales que haya que hacer se deberían centrar, en vez de en los síntomas, en la enfermedad.

Pues bien, ayer «Libertad Digital» ofrecía dos artículos sobre ese asunto que coincidían en que el control de armas no es la solución, pero a continuación daban su versión del adagio latino «si vis pacem, para bellum».

En uno de ellos, titulado «Contra las armas, armas», Daniel Greenfield aseguraba que los medios de comunicación «convierten a los asesinos en famosos, y a continuación advierten de que la única forma de impedir que haya más tiroteos pasa por tomar medidas enérgicas sobre la tenencia de armas». Según Greenfield, «Ningún despliegue mediático ha frenado jamás a un hombre armado. Sólo consiguen estimularlos. Para detener a un hombre armado lo que hace falta es un arma. He aquí la dura realidad. Por eso existe la Segunda Enmienda, por eso existen los ejércitos y las fuerzas de seguridad. Por eso la gente se arma». Tras leer algo así, una está aun más de acuerdo con el editorial de GARA. El mero control de armas difícilmente solucionará un problema como el que supone la mentalidad belicista de, por ejemplo, ese articulista.

En el mismo medio, José Carlos Rodríguez recordaba que «al calor de la indignación por la matanza, los partidarios del control de armas dicen que es el momento adecuado para legislar. Como lo que se dice con la pena de muerte, pero al revés. Y hay que legislar para prohibir las armas». Y mostraba su desacuerdo: «Sólo que las cosas no son así. Las armas son fáciles de fabricar. No van a desaparecer porque las prohibamos. Si alguien, en algún sitio, quiere un arma, la tendrá». Y, por fin, daba con la solución: «Ahora reconocemos a algunos profesores de Sandy Hook como héroes. También lo hubieran sido de haber detenido a Lanza antes de que matara a 26 personas. Pero para ello habrían necesitado un arma». Por eso titulaba su artículo «Se podía haber evitado». Así que, según Rodríguez, será preciso reciclar al personal docente, y quienes cursen estudios de Magisterio ya saben que tendrán una asignatura más: la de Tiro.