La construcción del pabellón multiusos Reyno Arena, en Iruñea, ha costado ya 47,1 millones de euros a las arcas del Gobierno navarro, que el próximo año tiene previsto destinar diez millones más del presupuesto de Políticas Sociales -en el que se integra Deporte-, según explicó ayer en el Parlamento el consejero Íñigo Alli.

Este destacó que el presupuesto plurianual del Reyno Arena ascendía a 60 millones de euros, que finalmente serán 64,2 millones. La diferencia corresponde a la urbanización del entorno, que se recuperará por la aportación del Ayuntamiento de Iruñea, que, a su vez, tendrá que cobrar esta cantidad a los propietarios del terreno.

Reconoció que están estudiando las modalidades de gestión del pabellón, «que siempre será pública», ya que la crisis económica ha obligado a replantearse el proyecto iniciado en 2008. Destacó que todos los usuarios del Reyno Arena abonarán los costes.

«Navarra, punto estratégico»

Alli defendió la necesidad de que Nafarroa cuente con un pabellón de 10.000 localidades -ampliables a 12.000 para conciertos- porque «cubre una demanda existente». «Navarra será un punto estratégico para grandes eventos y con una gran influencia en las comunidades limítrofes para acudir a estos eventos», comentó, para añadir que el frontón construido en el anexo del pabellón -con un aforo de 3.000 espectadores- permitirá acoger finales de pelota mano profesional con deportistas navarros que actualmente se celebran, por ejemplo, en Donostia, Bilbo o Gasteiz.

Desde la oposición, Txema Mauleón (I-E) calificó el Reyno Arena de «monumento a la inutilidad y un despilfarro absoluto», y se preguntó «para qué necesitamos semejante monstruo arquitectónico» mientras el Gobierno aplica recortes en servicios sociales, salud y educación.

En este contexto, cuestionó que la celebración de tres finales de pelota justifique una inversión de tal magnitud, subrayando que pese a la construcción del frontón del Reyno Arena, otras capitales vascas también optarán a estos eventos. Además, puso en duda que se organicen conciertos multitudinarios en Iruñea cuando hasta ahora apenas se han hecho a pesar de tener un recinto céntrico como la Plaza de Toros y subrayó que ningún equipo deportivo navarro, excepto Osasuna, es capaz de congregar a 10.000 personas.

María Victoria Arraiza (PSN) calificó el pabellón de «patata caliente que les toca gestionar» y cuestionó que en el marco del plan Navarra 2012 se hubiera priorizado la construcción del Reyno Arena frente a otros proyectos como el Instituto Sanitario de FP. Incluso, pidió que se estudie si es más barato mantenerlo cerrado que abrirlo.

Bikendi Barea (Bildu) comparó el Reyno Arena con «el `Titanic' que acabó hundiéndose» y recordó que en los cinco últimos años se han invertido solo 24 millones de euros en empleo protegido (un tercio de lo destinado al pabellón) o que la cantidad destinada a servicios sociales (62 millones) ha sido casi idéntica a la invertida en esta macroinfraestructura.

Txentxo Jiménez (NaBai) recordó que otros proyectos como el circuito de Los Arcos (3,5 millones), Senda Viva (3,5 millones) y Baluarte (3 millones) acumulan déficits de explotación anuales y subrayó que el potencial de los equipos profesionales navarros ha caído al mismo ritmo que se levantaba el Reyno Arena.

Patxi Leuza (Geroa Bai) manifestó que «lo único que va a incrementar el Reyno Arena es el número de edificios ruinosos que tenemos, cuando no nos sobra el dinero».