Cinco políticos norirlandeses recibieron el miércoles balas a través del correo postal, en un mo- mento en el que el norte de Irlanda se ha visto sacudido por la violencia lealista tras la limitación de la presencia de la bandera británica en el Ayuntamiento de Belfast.

Entre los destinatarios se encuentra el ministro de Justicia del norte de Irlanda, el líder de Alliance Party -neutral en la disputa soberanista, pero que votó a favor de la retirada de la Union Jack-, David Ford.

«La gente está pasando a la acción más allá de lo que se hubiera esperado por una decisión democrática adoptada en el Ayuntamiento», dijo, al tiempo que instó a rebajar el tono político para «evitar una atmósfera difícil».

Otro de los destinatarios es el parlamentario de Sinn Fein Gerry Keller, quien, ya recibió una amenaza de muerte en su oficina de Belfast.

«Esto no va a desalentar el trabajo de Sinn Fein para buscar la paridad entre lo irlandés y lo británico. Obviamente, los que han generado la tensión necesitan reflexionar sobre la situación actual», manifestó Keller.

Las otras balas estaban dirigidas contra Alex Maskey, de Sinn Fein, y contra la diputada Naomi Long y la concejal Gerardine Mulvenna, ambas de Alliance.

Los disturbios se desataron el 3 de diciembre, cuando los lealistas se quedaron en minoría en la votación para aprobar la retirada de la bandera británica de Ayuntamiento, salvo 17 días, después de ondear ininterrumpidamente durante un siglo.

Desde entonces, se han sucedido los ataques contra la Policía y contra los republicanos norirlandeses. 40 agentes han resultado heridos y de las 60 personas detenidas, 43 han sido acusadas formalmente, entre ellas un niño de 11 años de edad.

En este contexto, el primer ministro norirlandés, Peter Robinson, reunió a su partido, el Unionista Democrático (PUD) y anunció que solicitará a los otros líderes que revisen su decisión.