Nafarroa y sus viejas cadenas de la corrupción
Suma y sigue en Nafarroa. Más noticias de la corrupción de nunca acabar. No se sale de un escándalo cuando ya sacude otro nuevo. El recuento en retrospectiva de abusos y corruptelas varias va desde el multimillonario saqueo de la Caja de Ahorros de Navarra, al «caso Cervera», desde el ilegal nombramiento del expresidente Sanz al frente de Bodega Sarría a los fajos de billetes de 500 euros que el exconsejero de Políticas Sociales Jesús Pejenaute «lavó» en el edificio central de la CAN. Ayer, la Asociación de Usuarios, Consumidores y Contribuyentes Kontuz! desveló que el origen del dinero blanqueado por Pejenaute podría estar en una operación inmobiliaria y de ingeniería financiera hecho en la venta de un ático en Barcelona. Un nuevo ejemplo, el enésimo, de las vergüenzas de una corrupción estructural e institucionalizada.
Más allá de ser una inaceptable manifestación de atraso cívico y político, es una carga exasperante para una economía navarra que es testigo de cómo los recursos públicos van a parar a los bolsillos de los que se supone son «servidores». Y, además, es un motivo justificado de descontento popular. Las viejas cadenas de encubrimiento e impunidad que han caracterizado a la vida política y a la clase dirigente de Nafarroa, a juzgar por todos los datos disponibles, se mantienen -todavía- intactas.