El NRA pide policías armados en cada escuela de Estados Unidos
La Asociación Nacional del Rifle (NRA), el poderoso lobby que rechaza el control de las armas, propone colocar policías armados en las escuelas de Estados Unidos para evitar tragedias como la ocurrida hace una semana en Newtown. La esperada reacción del NRA a la matanza consistió en insistir sobre sus tesis de que la mejor respuesta es la defensa con armas y responsabilizó a la televisión y los videojuegos.
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Para responde a masacres como la ocurrida en una escuela de Newtown hace una semana, el poderoso lobby de la Asociación Nacional del Rifle, que defiende el derecho a portar armas, propuso ayer «colocar un policía armado delante de cada escuela en todo el país».
«La única forma de parar a un mal tipo con un arma es un buen tipo con un arma», afirmó el vicepresidente ejecutivo del NRA, Wayne Lapierre, en una esperada rueda de prensa -en laque no admitió preguntas- tras varios días de silencio después de la matanza de Connecticut.
Lapierre también denunció la influencia de las películas y los videojuegos, así como los medios de comunicación y los políticos menos duros, en materia de seguridad. «Con toda la ayuda internacional financiada por EEUU, con todo el dinero del presupuesto federal, no podemos poner un policía delante de cada escuela?», cuestionó.
«Pido al Congreso que actúe inmediatamente y haga lo que sea necesario para poner policías armados delante de cada escuela del país», añadió.
En dos ocasiones fue interrumpido por activistas que exhibieron pancartas en las que se leía «El NRA mata nuestros niños» y «El NRA tiene sangre en las manos». Ambos fueron evacuados.
«¿Por qué al idea de un arma es buena cuando es usada para proteger al presiente de nuestro país o a nuestra policía pero mala cuando se usa para proteger a nuestros niños en nuestras escuelas?», continuó.
La anunciada «contribución seria del NRA» al debate sobre la protección en las escuelas se concretó en el programa «Escudo Nacional para la Escuela», que incluye «seguridad armada a disposición de los edificios, control del acceso, tecnología de comunicación, entrenamiento de los alumnos y del personal docente» y será desarrollada «por los mejores expertos sobre el terreno», aseguró Lapierre. El NRA se prestó a ayudar a su financiación.
Las respuestas fueron inmediatas. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que lidera la demanda de un mayor control de las armas, la calificó como «una vergonzosa evasión de la crisis a la que se enfrenta nuestro país». El senador demócrata Frank Lautenberg afirmó que «el NRA ha perdido completamente el sentido de la realidad».
«Como enseñante, no aceptaría jamás un arma en mi clase», indicó a France Press Jason McCool, que se manifestaba con varias decenas de personas más frente al hotel donde tenía lugar la rueda de prensa.
Antes de la rueda de prensa del NRA, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, animó a los estadounidenses a que sigan haciendo presión para endurecer la legislación contra las armas de fuego y se comprometió a «hacer todo lo posible» para que se aprueben medidas de control y seguridad a lo largo del próximo año.
Cuatro muertos en un tiroteo
Precisamente ayer cuatro personas murieron y varios policías resultaron heridos en una carretera de Pensilvania, en el tiroteo iniciado por un hombre armado que figura entre los fallecidos.
La ciudad de Newtown rememoró con una profunda tristeza la matanza en la escuela Sandy Hook. Un minuto de silencio fue seguido del toque de campanas, a la hora en que una semana antes comenzó el tiroteo, y que fue acompañado por todo el estado de Connecticut y por estados y ciudades de todo el país.
El tránsito se detuvo en la ciudad, de 27.000 habitantes, donde grupos de ciudadanos se congregaron emocionados en altares improvisados en recuerdo a las víctimas. Obama guardó el minuto de silencio en privado, y otras muchas instituciones y empresas se sumaron al recuerdo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está dispuesto a trabajar con los legisladores republicanos y demócratas para llegar a un acuerdo capaz de evitar el «abismo fiscal», según informó la Casa Blanca, tras el fracaso de la propuesta republicana, el «Plan B», en la Cámara de Representantes. El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, tuvo que suspender la votación que se estaba celebrando en la sede legislativa sobre dicho proyecto de ley por no contar con apoyos suficientes, a pesar de que el partido opositor ostenta la mayoría en la cámara baja. No obstante, una fuente republicana reveló a Reuters que la votación podría repetirse el próximo 27 de diciembre, ya que el proyecto de ley se encontraba «a unos pocos votos» de los necesarios para ser aprobado. Boehner aseguró que los legisladores están dispuestos a retomar las negociaciones incluso si esto supone interrumpir las vacaciones navideñas. Obama piensa vetar la norma jurídica, en el caso de que consiga el visto bueno, al considerar que no es una propuesta equilibrada. El «Plan B» consiste en aceptar una gran subida tributaria para quienes ganen más de un millón de dólares al año y aplicar otra más moderada al resto de contribuyentes, así como eliminar las deducciones fiscales, de las que se beneficia, sobre todo, la clase media. La batalla entre Gobierno y oposición se centra en determinar la cifra de ingresos anuales a partir de la cual se aplicará la gran subida. Obama ha aceptado elevarla desde 250.000 a 400.000 dólares anuales, pero los republicanos siguen obcecados en el millón de dólares. GARA
La popularidad de Obama, ha llegado a su cota más alta desde que asumió el cargo, en enero de 2009, debido a su reacción al tiroteo en la escuela Sandy Hook, según una encuesta de Gallup publicada por la página web «Politico», que la sitúa en el 56%.
