La 18ª jornada del Grupo II de Segunda B al completo se adelanta a esta tarde. Un día extra para las vacaciones, a las que todos los futbolistas llegarán agotados, pero algunos acompañarán el cansancio de satisfacción, otros de esperanza y el resto de nerviosismo. Hoy afrontan el último esfuerzo del año para consolidar posiciones o escalar puestos, según cada caso.

Alavés y Eibar saben que, pase lo que pase, concluirán 2012 en las dos primeras plazas, aunque no exactamente en qué orden. Parte con ventaja, lógicamente, el cuadro albiazul, gracias al punto de renta que mantiene pese a acumular dos jornadas sin victoria. En su contra, el rival. Un Tudelano muy fuerte en casa -que además recupera a Esparza, Azpilikueta y David Giménez para la cita, aunque pierde a Lalaguna-, que además quiere quitarse el mal sabor de boca de la visita a Lasesarre.

El equipo gasteiztarra, además, añade a la larga lista de jugadores con problemas físicos la ausencia del sancionado Jagoba Beobide. Claro que el Eibar, el único que podría arrebatar el liderato a los albiazules, tampoco parece estar hoy en sus mejores condiciones. Los esfuerzos de las últimas semanas pasan factura y, aunque Gaizka Garitano ha recuperado a Eneko Bóveda antes de lo esperado, la convocatoria de los azulgranas está copada por los jugadores menos habituales. Enfrente, además, estará una Gimnástica en plena reacción y con el pitxitxi del grupo enrachadísimo.

Los otros dos equipos en play-off, Bilbao Athletic y Real Unión, se enfrentan en Lezama. Ambos en trayectoria claramente positiva, aunque a los cachorros parecen estar pesándole los esfuerzos y las ausencias de los futbolistas con los que últimamente viene contando Marcelo Bielsa, y han enlazado tres empates en las últimas jornadas.

Bizkaia contra Nafarroa

Muy atento a lo que suceda en ese derbi estará el Amorebieta que, a expensas de los resultados, también podría acabar el año en play-off. De momento, tras una marcha demasiado irregular en los últimos tiempos, está fuera. Y para volver deberá superar a un Osasuna Promesas que la semana pasada reemprendía su reacción con una goleada. El principal problema de los rojillos pasa por las sanciones, que han dejado fuera de combate a Eslava, Egizabal y el goleador Galán.

El de Urritxe no es el único duelo entre vizcainos y navarros. Los otros dos, además, tienen sus paralelismos porque el equipo más necesitado recibe al que busca los puntos de la tranquilidad. Es el caso del Izarra que, suceda lo que suceda, se comerás las uvas en descenso, pero al menos intentará hacerlo con el regustillo del triunfo. Sin Ibáñez y con Etxarri, lo intentará ante un Barakaldo al que se le dan bien los navarros. Se impuso al Promesas, a la Peña Sport y, la semana pasada, al Tudelano. Un triunfo este último que le permitió tomar oxígeno, pero no el suficiente como para asegurarse la tranquilidad navideña. La buscará en Merkartondoa con un extenso parte de bajas porque, a las lesiones de Eraña, Espinosa y Medina, se unen las sanciones de Garrido y Ariño.

Una tesitura similar es la que se vivirá en Las Llanas. Al River, que tras la goleada en Tajonar ha caído al puesto de promoción, le toca recuperar su fortaleza como local. Sin Arrizabalaga, sancionado, ni los ya habituales en la enfermería Iru, Orbegozo y Abasolo, los verdinegros reciben a una Peña Sport más tranquila, pero tampoco en exceso. Aunque más airoso en la clasificación, el equipo de Sergio Amatriain -que además pierde a su goleador Eneko Romo y, de nuevo, a Rodellar- apenas aventaja en cuatro puntos al River, con lo que un tropiezo podría abocarle a unas vacaciones navideñas más intranquilas.

Lo mismo sucedería, aunque su buen arranque les haya concedido cierto colchón, con Lleida y Sanse. Dos equipos en plena crisis de resultados que les ha llevado a no poder celebrar la victoria en las siete últimas jornadas. A los catalanes les ha costado caer del play-off -del que ya les separan seis puntos- y a los txuriurdines -que recuperan a Gaztañaga, pero mantienen a Callens, Hervías, Nanizayamo y Morgado en la lista de bajas- empezar a mirar de reojo la zona baja de la tabla.