(...) Más allá de la concreción sobre la ansiada consulta, el documento que hoy se presentará solemnemente contiene un argumentario soberanista inconfundible y un análisis de la ruptura política con el Estado español que nunca hasta ahora habían presidido una hoja de ruta gubernamental con apoyo parlamentario de las dos formaciones con más escaños de la cámara y con posibilidades, durante el proceso que hoy se abre, de incorporar nuevas voluntades en consonancia con la moción aprobada por el Parlamento de Catalunya el pasado octubre.

El camino no será fácil, pero hay camino. Los obstáculos políticos, las trabas institucionales, la intoxicación mediática y el juego sucio en todos los frentes que llegarán desde España serán de una contundencia renovada. Sin embargo (...) El futuro de Catalunya se juega fundamentalmente dentro del propio país y en la esfera internacional. No hay duda de que la pedagogía es una de las armas democráticas a disposición de los catalanes en Europa y en el mundo, y en esa dirección todos los esfuerzos serán pocos y combatidos por la diplomacia española. Pero a la vez y simultáneamente será básico mantener la cohesión y el respeto mutuo entre la población y progresar en el arraigo de la argumentación que la consulta sobre la independencia de Cataluña es la oportunidad de toda una generación para garantizar un futuro mejor para todos los habitantes de este país. La cuenta atrás ha terminado. Empieza la cuenta adelante.