Pasadas las cinco de la tarde abandonó la prisión madrileña de Soto del Real la militante de Batasuna Aurore Martin. Minutos más tarde llegaron a las inmediaciones de la cárcel un grupo de amigas y amigos que habían partido a la mañana desde Euskal Herria y se habían vistos envueltos en las retenciones de tráfico habituales en estas jornadas navideñas. Tras el reencuentro emprendió junto a ellos el camino de vuelta a casa.

Aunque ni la joven zuberotarra ni sus familiares quisieron hacer declaraciones tras la excarcelación, por la mañana la abogada Jone Goirizelaia -que previamente realizó los trámites pertinentes en la Audiencia Nacional- pudo comunicarse con ella. Esta le trasmitió su alegría por la inminente salida y su agradecimiento por la lucha llevada a cabo para lograr su liberación y los gestos de solidaridad recibidos.

Uno de estos guiños solidarios se materializó ayer mismo, cuando en apenas dos horas se consiguieron recabar los 15.000 euros necesarios para hacer frente a la fianza impuesta por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española. Alrededor de 400 personas se acercaron a los dos puntos de recogida de fondos instalados en Baiona y Donibane Garazi con objeto de aportar su granito de arena para traer a Martin de regreso a Euskal Herria.

Desde el 1 de noviembre

La joven fue apresada el pasado 1 de noviembre por la Gendarmería en Garindaine y entregada en Biriatu horas después a la Policía española. Una vez fue trasladada a la Audiencia Nacional, que había dictado una euroorden, el juez Pablo Ruiz la envió a la cárcel acusada de «integración en organización terrorista». Un acto público en Iruñea, dos ruedas de prensa, la presentación de una propuesta político-institucional realizada en Uztaritze, un mitin en el Anaitasuna, una reunión en Agurain y un artículo publicado en GARA son algunas de las «pruebas» que esgrimió el juez para justificar el ingreso en prisión de Martin.

El primer recurso contra esa decisión fue desestimado, no así el presentado ante la Sala de lo Penal, que el viernes dictó su puesta en libertad bajo fianza y con la condición de fijar previamente un domicilio en el Estado español «para garantizar -tal y como recordaba su abogada- la recepción de las comunicaciones oficiales».

La detención, la entrega y el posterior ingreso en prisión de la joven zuberotarra provocó numerosas reacciones desde el primer momento. Entre otras personalidades, las diputadas del PS Colette Capdevielle y Sylviane Alaux, el senador centrista Jean-Jacques Lasserre y el jefe departamental de la UMP, Max Brisson, se mostraron preocupados por esta decisión. Su figura también estuvo muy presente en la manifestación convocada por Herrira que el pasado 10 de noviembre recorrió las calles de Baiona.

La familia de la militante adelantó que ayer no se iba a llevar a cabo ningún acto público de bienvenida y que Martin se dirigiría directamente a su domicilio. No obstante, previsiblemente, en las próximas semanas se convocará algún acto público de recibimiento.