Tras dos días de reuniones, los países de la Unión Europea (UE) consiguieron cerrar el jueves el último encuentro con un acuerdo sobre el reparto de las posibilidades pesqueras para 2013. Dicho pacto modera las drásticas reducciones propuestas por la Comisión Europea para garantizar «una pesca sostenible».

El Estado español y el francés dejaron claro desde el principio que iban a dar batalla para moderar las reducciones en las cuotas. El ministro español de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, Miguel Arias Cañete, señaló que el pacto satisface «gran parte» de las demandas españolas, al mantener o incrementar las posibilidades pesqueras sobre especies de gran interés para su flota, como la merluza del norte.

Bruselas proponía para esa especie un recorte del 32%, pero finalmente logró mantener la misma cuota que el año pasado. También se consiguió un aumento del 15% en la merluza del sur y, en el caso del lenguado, el gallo y el abadejo, la conservación de las cuotas de 2012.

La mayor concesión que tuvo que hacer el Estado español recayó sobre el rape, para el que se proponía una reducción del 38%, que finalmente se logró limitar al 25%.

En cuanto al rape del Golfo de Bizkaia y de Gran Sol, la disminución propuesta inicialmente del 20% se logró reducir al 5%.

Satisfacción agridulce

El secretario general de la Confederación española de Pesca (Cepesca), Javier Garat, se mostró satisfecho con el acuerdo alcanzado con Bruselas. Valoró los logros en especies de gran importancia para la flota española, como la merluza del norte, para la que se proponían importantes recortes, pero a la vez lamentó que se hayan tenido que aceptar algunas reducciones. Señaló que en la situación actual cualquier reducción supone pescar menos y, por lo tanto, menos ingresos para los trabajadores y empresas del sector.