El sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad dejó ayer en Hego Euskal Herria un salpicón de pequeños premios, entre los que destaca el pellizco de 12,5 millones de euros repartidos en Ondarroa. El gordo tan solo asomó con tres décimos del 76.058 vendidos en Bilbo, Derio y Tutera, cada uno de los cuales reportará 400.000 euros.

No produjo este gordo las habituales escenas de botellas de cava a rebosar y brindis a las puertas de las administraciones. Los dos décimos vendidos en Bizkaia se adquirieron a través de terminales automáticas de juego. En Bilbo, el boleto se vendió en la delegación de la calle Diputación número 4, y en Derio lo distribuyó un punto de venta mixto, cuyos propietarios reconocieron estar «supernerviosos» por la expectación generada en torno a los beneficiarios del premio.

En Tutera, el estanco de la calle paseo de Invierno propiedad de Blanca Carbago, que desde hace tres años dispone de terminal electrónica, dispensó el décimo agraciado con el gordo. La noticia llegó al establecimiento a través de una llamada telefónica de la agencia Efe, a la que respondieron con evidente alegría y sorpresa. «No sabíamos nada», respondieron al primer bote. Tras precisar que la venta también se produjo en este caso por máquina automática, con lo que no queda constancia de las ventas de cada número, la propietaria se mostró encantada de haber vendido al menos un décimo del primer premio.

Ondarroa: mucho y repartido

Donde sí hubo brindis, y no era para menos, fue en Ondarroa, sonde el sorteo navideño dejó un regalo de 12,5 millones de euros. En la localidad costera estarán aún celebrando el «aguinaldo» repartido entre los 250 décimos del 64.084, agraciado con el tercer premio, que fue adquirido en primera instancia por el club de atletismo que organiza el memorial Egia Iriondo y que después se distribuyó en varios bares en décimos, sin hacer participaciones.

«Está muy, muy repartido y un premio de 50.000 euros (por décimo) no nos va a sacar de pobres pero es una buena alegría en tiempos de crisis», resaltó a Efe el responsable de la Administración número 1 de Ondarroa, Aitor Arrizabalaga.

El lotero recibió 45 series del número, pero devolvió 20 que no vendió y que hubieran supuesto otros 10 millones.

El tercer premio también dejó más de medio millón de euros en Donostia, donde se vendieron once décimos. En la capital guipuzcoana, la mayor parte, una serie completa, fue adquirida en la administración de la calle Bergara, donde sus empleados expresaban su emoción por haber repartido este pellizco a través de los décimos vendidos en ventanilla.

Mari Mar, una de las empleadas, no pudo reprimir las lágrimas. Visiblemente nerviosa, manifestó a los periodistas reunidos en su establecimiento que era la primera ocasión en que la administración repartía un premio importante de Navidad: «Es una gozada. La pena es que no haya sido más. La cosa es empezar y a ver si ahora viene una buena racha». Ninguno de los agraciados apareció a la hora de máxima afluencia de medios de comunicación. «No ha venido nadie. A ver si le ha tocado a alguien conocido, por lo menos», resaltó.

Otro décimo del tercer premio fue vendido en la terminal electrónica del bar Trinkete de Martutene y no es la primera vez que reparte fortuna, ya que el pasado mes de octubre vendió un premio de 2 millones de euros de la bonoloto, tal como recordaron.

Las zapaterías de Irun

También están de enhorabuena en Irun, la localidad guipuzcoana más afortunada en este sorteo extraordinario, ya que un quinto premio, el 49.257, repartió dos millones de euros.

La administración número 2 de la calle Fuenterrabía vendió 34 de las 45 series recibidas de este número, según informó el veterano encargado del establecimiento, José Ramón, que lleva 28 años trabajando en el mismo.

Calzados Herrero se hizo con 29 de estos 34 billetes, premiados con 60.000 euros cada uno, y los vendió en participaciones en las dos zapaterías que posee. La propietaria explicó a Efe que han vendido una gran cantidad de participaciones del número agraciado con este quinto premio y también algunos décimos enteros. Explicó que su establecimiento juega cada semana a la lotería, siempre a números terminados en 5 y en 7, como en el caso de este: 49.257.

Lamentó que su padre, ya fallecido, no haya podido disfrutar de este momento. «Le gustaba mucho» jugar a la lotería, como recordó, y le tocó el gordo «allá por 1974 o 1975». Después, han sido agraciados con «alguna pedrea o alguna terminación». «Supongo que los clientes estarán superencantados», señaló la propietaria de la zapatería, que al ser entrevistada reconoció que ya había recibido varias llamadas de teléfono de algunos de ellos.

Otros cinco billetes del mismo quinto premio se vendieron, décimo a décimo, en la administración de la calle Fuenterrabía, que reparte un quinto premio de la lotería de Navidad por segunda vez, ya que en el año 2002, en el primer sorteo en euros, vendió íntegro un quinto premio.

En dosis más pequeñas

Medio millón de euros dejó la lotería de Navidad en Tafalla, con toda una serie del tercer premio, el 64.084, vendida en la administración número 1 de la calle Mayor. Esos diez décimos reportarán a sus dueños 50.000 euros. La responsable de la administración, Ángeles Celaya, avanzó que seguramente el premio estará repartido, al haber sido décimos «vendidos en ventanilla», y dio por hecho que no los habría comprado una sola persona.

Pese a no ser una de las agraciadas, Celaya se mostró igualmente contenta por el dinero repartido, una cantidad muy inferior a los 1.440 millones de pesetas (8,5 millones de euros) que la misma administración repartió en 1997 tras vender el segundo premio del sorteo de Navidad.

La alegría, en pequeñas dosis, también llegó a Iruñea en forma de un décimo de otro quinto premio, 22.343, vendido en el despacho de loterías número 1 de Altsasu y en la administración número 4 de Iruñea. En Altsasu, la empleada del establecimiento de la calle San Juan, que hace más de 40 años repartió el gordo, informó de que el décimo se vendió a través de terminal y que su dueño recibirá 6.000 euros. «Espero que me vuelva a llamar», manifestó.

Parte de ese quinto premio llegó a Lasarte-Oria, repartido en la calle Zumaburu, y otro de la misma categoría, el 11.419, dotado con 60.000 euros a la serie, se vendió en Urretxu, Donostia y Gasteiz, donde aseguraron que está muy repartido.