Después de 24 partidos ausente, Steve Nash volvía a las canchas, y lo hacía a lo grande. El base canadiense lograba 12 puntos y 9 asistencias en 41 minutos de juego, mientras que Kobe Bryant sumaba 34 tantos en una carta de tiro de 16 de 41 lanzamientos de campo. Con los 20 puntos adicionales de Metta World Peace, los pupilos de Mike D'Antoni derrotaban a los Golden State Warriors en un duelo de derroche anotador: 115-118. Parece que el panorama angelino se aclara, aunque todavía sus piezas deberán adquirir mayor ritmo.

Por contra, otro de los duelos más atractivos de la jornada defraudó, ya que los Grizzlies naufragaron ante los Houston Rockets de James Harden. Los texanos pudieron con la franquicia de Tennessee, que se vino abajo físicamente a partir del segundo cuarto. Los 31 tantos de «la barba más temida de la NBA» y los 15 tantos y 11 asistencias de Jeremy Lin, más los 14 puntos y 12 rebotes del turco Omer Asik sirvieron para la barrida de los Rockets por 121-96. También en el Oeste, Portland sumó su quinta victoria seguida al batir por 96-93 a Phoenix Suns, mientras que Denver machacaba por 110-88 a unos tristes Charlotte Bobcats.

Suspensión en los Kings

Por otro lado, uno de los equipos más flojos de la Liga, los Sacramento Kings, decidían suspender indefinidamente a su estrella, el pívot DeMarcus Cousins «por comportamiento poco profesional y conducta perjudicial para el equipo», según confirmaba la franquicia.

Cousins, que ya fue suspendido dos partidos en noviembre tras golpear al jugador de Dallas Mavericks OJ Mayo, se despachó en insultos a su técnico Keith Smart en el descanso del duelo entre los Kings y los Clippers. Por ende, el técnico de Sacramento decidía que el pívot no saltara a la cancha en la segunda mitad. Cousins se disculparía después del choque.