Mikel INSAUSTI I Crítico cinematográfico
¡Bienvenido, Mister Scrooge!
Prefiero que no me visite el fantasma de las Navidades futuras, porque bastante tengo con el de las presentes. Menos mal que no creo en los fantasmas, y no hago demasiado caso de quienes mezclan tan entrañables fechas con las profecías mayas del fin del mundo. Son días en los que siempre se encuentra algún motivo para la ilusión, pase lo que pase y pese a quien pese.
No todas las noticias con las que acaba el 2012 y comienza el 2013 son malas, y si miramos a Catalunya son contagiosamente buenas. Gracias a mi amigo Pau he tomado consciencia de lo mucho que me falta por saber de su cultura, y que nos ha sido ocultado por los que siguen venerando a los Reyes Magos de Oriente. Me ha descubierto a mi edad que allí los regalos los trae el Tió de Nadal, que es un simpático tronco con cara y barretina, como la que lleva Lou Reed en su felicitación navideña.
Por supuesto que el humor y el cava catalán nunca han de faltar en nuestros hogares, pero creo que las Navidades tristes tienen su encanto y nadie las describió como Dickens. Para mi Mr. Scrooge es mucho más entrañable que el pesado de San Claus. Y mayor respeto le tengo todavía cuando pienso en todos los grandes actores que lo han interpretado en la pequeña y gran pantalla. La lista sería interminable, pero de entre todos ellos me quedo, por este orden, con Jim Carrey, Bill Murray, Albert Finney, Jack Palance, Michael Caine, Alistair Sim, Reginald Owen, George C. Scott, Tim Curry, Patrick Stewart, Simon Callow, Rowan Atkinson, Kelsey Grammer, James Earl Jones y Henry Winkler.