Monti se postula para dirigir Italia si otras fuerzas asumen sus reformas
El primer ministro italiano en funciones, Mario Monti, se ofreció a dirigir de nuevo el Gobierno italiano, aunque sin presentar su propia candidatura a las elecciones legislativas. Monti planteó sus condiciones, una larga lista de reformas, y se ofreció a liderar a las fuerzas que decidan seguir esta agenda. A la vez, descartó encabezar la opción conservadora propuesta por Berlusconi, a quien dijo no entender bien.
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El primer ministro italiano en funciones, Mario Monti, presentó ayer una agenda de reformas como condición para asumir de nuevo la jefatura de Gobierno. Se ofrece «como referencia para las fuerzas políticas que decidan seguir esta ruta» y no excluyó que dichas formaciones puedan incluir su nombre en sus listas como candidato a primer ministro. «Si una fuerza política fiable me pide que me presente a primer ministro, lo consideraría», afirmó.
Consciente de que, sin apoyos añadidos, los sondeos le otorgan un escaso 15% de intención de voto, Monti no presentará su alternativa a las elecciones legislativas que se celebrarán los próximos 24 y 25 de febrero, como deseaban indisimuladamente líderes europeos, la iglesia católica y el empresariado italiano, pero el «profesor» no renuncia a liderar de nuevo el país y encabezar una opción que asuma sus reformas.
Dijo estar «a disposición de todas las fuerzas que manifiesten una adhesión convencida y creíble» a la «Agenda Monti», un programa político bajo el título de «cambiar Italia y reformar Europa».
«Si queremos emprender la vía de las reformas, hace falta un mandato electoral, político, hace falta someter el programa a la opinión de los electores», indicó Monti, quien, sin embargo, llegó al Gobierno como un tecnócrata ajeno a los partidos con la misión de acometer profundas reformas pero sin pasar por las urnas.
Monti indicó que técnicamente no puede ser candidato al ser senador vitalicio, cuestión salvable con su renuncia. Sabe que necesitará amplios apoyos -más que la nebulosa del «nuevo centro»- para sacar adelante su propuesta. Por ello, pidió a los «reformadores» que adopten su programa aunque tengan que «desmontar» las tradicionales separaciones de izquierda y derecha. Para ello citó expresamente a personalidades tanto del Partido Demócrata como del PDL de Silvio Berlusconi que podrían unirse a él.
«Agenda Monti»
La «Agenda Monti» prevé un fuerte anclaje a la política europea, medidas para la desregulación del mercado de trabajo, privatizaciones, una ley anticorrupción y una reforma de la ley electoral.
Monti justificó el «gigantesco paso adelante» que ha dado por su voluntad de «no destruir los duros sacrificios que los italianos han tenido que hacer».
En el balance de sus 400 días al frente del Gobierno, atacó a su predecesor y rival potencial en las elecciones, Silvio Berlusconi. «Los italianos pueden mantener de nuevo la cabeza alta como ciudadanos europeos», afirmó, recordando «la peligrosa situación en que se encontraba el país» en noviembre de 2011, cuando sustituyó a il Cavaliere. Además expresó su confusión por las declaraciones contradictorias de Berlusconi que en los últimos días ha alternado las críticas a la acción de gobierno -«arrodillado» ante la UE- con los elogios y la propuesta para liderar una alternativa de derecha en las elecciones. Monti dijo no entender su «línea de pensamiento». Aun así, dejó la puerta abierta al PDL, que el secretario general del partido, Angelino Alfano, se encargó de cerrar inmediatamente.
Pareció más abierto a una colaboración con la izquierda de Pier Luigi Bersani, favorita en las legislativas con un 30 %- 35 % de los votos.
En su balance, Monti destacó que Italia «ha salido de la crisis sin el fácil recurso de las ayudas del FMI, el BCE y Europa. Otros países no han podido salir solos de la crisis, pero yo considero que todo lo que hemos hecho ha sido justo».
Monti llamó a los partidos políticos a no caer en prometer «ilusiones» en la próxima campaña electoral y afirmó que hay dos cosas que pueden desbaratar todo lo que se ha hecho: «No seguir las líneas guía de Europa» y «quitar el Impuesto sobre la primera casa (IMU)» -como propone Berlusconi-.
El partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL), cerró la puerta a cualquier tipo colaboración futura con el expresidente del Gobierno italiano, Mario Monti, después de que este se mostrase dispuesto a retomar su cargo si las fuerzas políticas apoyan su programa. Según el secretario del PDL, Angelino Alfano, Monti «ha cerrado cualquier posibilidad de colaboración» futura con el excomisario europeo.«He tenido una pesadilla: un nuevo Gobierno Monti», dijo poco después Berlusconi en una entrevista en el canal de la televisión pública RAI1.
Por su pate, el líder del Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, explicó que esperan conocer los puntos del programa de reforma anunciado por Monti, antes de tomar cualquier decisión sobre la propuesta de este de volver al Gobierno si los partidos apoyan sus ideas. Bersani insistió en que «escucharemos con gran atención las propuestas de Monti» y recordó que en cualquier caso «la palabra pasará ahora a los italianos».
El excomisario europeo explicó que no quiere presentarse con uno u otro partido, sino que quiere que sean las fuerzas sociales las que recojan sus ideas. GARA
