TITÍN III-MERINO II 14

Aimar Olaizola no entiende ni de bajones físicos, ni de juego, ni de cambios de modalidad. Si el domingo decíamos que Pablito Berasaluze y Oinatz Bengoetxea parecieron acusar en Bilbo el cambio de registro, del Cuatro y Medio al Parejas, ayer Olaizola II dejó claro que él llega a este nuevo campeonato en plena forma y con todas las virtudes que le llevaron a ganar la txapela de la jaula intactas.

El delantero de Goizueta, consciente de que le toca llevar la iniciativa de la pareja que forma con el debutante Ibai Zabala, hizo y deshizo a su antojo en el Astelena de Eibar, hasta el punto de que casi dobló a su zaguero en el número de pelotazos a buena. Un protagonismo que no le impidió firmar unos números de escándalo, con una quincena de tantos en su casillero y solo tres pelotas perdidas.

De hecho, los primeros compases del partido, en los que los colorados se adelantaron 5-1 gracias a algunos tantos propios y otros errores ajenos, fue un adelanto de la superioridad que iban a mostrar los de Asegarce a lo largo de todo el partido.

Es cierto que Titín III y Merino II, los vigentes campeones, lograron meterse en el partido -algo tuvo que ver el mosqueo que se pilló el delantero de Tricio cuando el juez dio falta una pelota que pareció llevar al primer bote-, empatando primero el partido (6-6) e incluso adelantándose en el marcador (6-7) después. Pero también lo es que la reacción llegó justo en el peor momento de Ibai Zabala.

El zaguero de Berriz, un poco nervioso como es normal, perdió tres pelotas claras en esa fase, pero estuvo muy seguro en defensa, llevando pelotas muy difíciles. Esa seguridad permitió arriesgar a su delantero, volviendo a abrir brecha con un parcial de siete tantos consecutivos -del 6-7 al 13-7-.

Los riojanos, haciendo gala de ese espíritu indomable que les llevó hasta la txapela el año pasado, no se dieron por vencidos, multiplicándose en defensa y logrando varios tantos gracias a su pundonor. Pero la diferencia en el luminoso osciló siempre entre los 5 y los 8 tantos, el máximo con el que acabó finalmente el encuentro (22-14).

Además, David Merino acabó el partido con unas molestias en la zona del sacro, por lo que su participación en el próximo partido, el de Año Nuevo en Eibar, podría correr cierto peligro.