Maite SOROA | msoroa@gara.net
Hermanando a Euskal Herria y Catalunya
A pesar del diferente carácter y realidades sociales de ambos pueblos, el hecho de tener que lidiar con la ocupación de los mismos estados ha hecho que Euskal Herria y los Països Catalans se sientan dos naciones hermanas. Y, al parecer, algunos medios quieren que ese hermanamiento vaya mas allá. Solo así se puede entender que «La Razón» abriera ayer con el siguiente titular: «La `batasunización' de Artur Mas». Hay que tener menos vista que un topo miope para hacer una afirmación así, pero el diario que dirige Paco Marhuenda lo tiene claro, porque «el presidente de la Generalitat radicaliza también sus formas» y además «menosprecia el discurso del Rey después de tapar el retrato del Monarca en su toma de posesión, como hiciera el alcalde de San Sebastián, de Bildu». Ya ven, Izagirre marca tendencia.
Ya en páginas interiores, el plumilla encargado de redactar la información -vaya tela...- señalaba que Mas «sigue la estela marcada por la izquierda abertzale en el País Vasco, y ha adoptado los mismos desplantes que emplean los más radicales para desairar a la Corona». La verdad, con todos los respetos a los bienintencionados «radicales», servidora cree que quien más se esmera en desairar a la Corona es el propio Borbón, que parece entregado a la causa republicana. Pero en «La Razón» insisten en que el discurso navideño del president catalán podía haber sido escrito en Altsasu: «en su discurso, Mas, al igual que exige la izquierda abertzale en el País Vasco, se impuso como misión un cambio de rumbo de la historia de Cataluña». Bueno, con ese programa se presentó a las elecciones y le votaron, ¿no?
En la misma página, hacían un repaso de «las reiteradas burlas de Bildu hacia la Corona», y al lado, Alfonso Merlos escribía que «sólo a batasunos o bildutarras de nuevo cuño se les ocurriría ultrajar, llevando a negro, la figura de quien representa la unidad y la permanencia en el tiempo de la nación española y el Estado, Sólo a fulanos de tercera regional con presunta vocación de servicio público se les pasaría por la cabeza mofarse del Rey de España...». Lo dicho, el Borbón es una máquina de hacer republicanos, y algunos medios, máquinas de hacer independentistas. Son unos cansinos.