El general Abdelaziz Jassem al-Shalal, hasta el martes jefe de la Policía Militar siria, anunció su deserción y su apoyo a la rebelión que se enfrenta con el régimen de Bashar al-Assad al considerar, según el vídeo difundido ayer a través de internet por la oposición, que «el Ejército se ha apartado de su misión principal que era proteger el país y se ha convertido en bandas que asesinan, destruyen ciudades y pueblos, y cometen masacres entre nuestro pueblo inocente, que ha salido para pedir libertad».

El martes, el Consejo Nacional Sirio, revelaba la llegada del oficial disidente a Turquía junto a su familia a través del paso fronterizo de Bab al-Haua, aunque el «número dos» del Ejército Libre Sirio (ELS), Malek al-Kurdi, negó a Efe su presencia en territorio turco, pero confirmó su deserción. «Se encuentra en un lugar seguro», dijo Al-Kurdi, sin dar más detalles.

Se trata de uno de los militares sirios de más alto rango que han abandonado las filas del régimen y de una de las deserciones más importantes sufridas hasta la fecha. A principios de agosto, el entonces primer ministro, Riad Hiyab, abandonó su puesto y anunció su unión a la revolución. Su deserción ha sido la más importante del régimen desde que comenzó la rebelión en marzo de 2011.

Mientras, continúan los esfuerzos políticos para encontrar una solución pacífica al conflicto.

Una fuente de la Liga Árabe indicó a Efe que mañana se espera que el mediador para Siria, Lajdar Brahimi, llegue a El Cairo para entrevistarse con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, para analizar los resultados de su reciente viaje a Siria.

Brahimi se reunió el martes en Damasco con los líderes de la oposición interna y el lunes con el presidente Bashar al-Assad en su tercer viaje a este país.

El enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe presentó una propuesta acordada con Washington y Moscú durante un encuentro en Ginebra la semana pasada. Esa iniciativa contempla la formación de un Gobierno transitorio compuesto por ministros que no pertenezcan ni a la confesión alauí, que profesa el presidente, ni a los suníes radicales, según fuentes diplomáticas. Además, estipula que Al-Assad continúe en el poder hasta la segunda mitad de 2013 pero sin derecho a presentarse a las próximas elecciones presidenciales, previstas para 2014.

Se desconoce la aceptación que ha obtenido en Siria la propuesta llevada por Brahimi.

Por otro lado, el ministro sirio del Interior, Mohamed al-Shaar, abandonó ayer el hospital de Beirut en el que estaba ingresado y salió del país en un avión privado con destino a Damasco, informaron a Efe fuentes oficiales. Al-Shaar fue trasladado hace siete días a la capital libanesa para recibir tratamiento médico por las heridas sufridas en un atentado perpetrado el pasado 12 de diciembre contra la sede del Ministerio del Interior en Damasco.