JAVI BEKOETXEA Y fernando martÍn | bajo y guitarra de CORDURA
Autoedición: «Después del estudio, local, equipo..., ¿qué más da invertir un poco más?»
Los bizkaitarras Cordura publicaron su primer disco, «La ridícula mecánica de la vida moderna» en 2006. Cerraron su década en 2009 con «El incendio más largo del mundo» y regresan a la compleja sociedad con «Metrópolis». Títulos muy novelescos para una banda de cuidado discurso.
Pablo CABEZA | BILBO
Javi Bekoetxea «Beko», desde adelescente se sintió cautivado por la música. Primero descubre a Los Ramones y Nirvana. Se empapa de sus acordes y siente que él también puede tener una banda, formar un grupo. En esos días era compañero de instituto de Fernando Martín «Michi». quien además de lucir pantalones elásticos y greñas, tenía una guitarra eléctrica. Tras varias charlas, surge la decisión de formar una banda. Beko consigue comprarse una guitarra. Se inician los primeros compromisos. Se les une Josu Zaballa, quien siempre estaba con los bolis o incluso los puños aporreando las mesas en clase simulando que tocaba la batería. Se busca bajista y conocen a Mikeldi y este a Sergio Anero, vocalista, por destino o por la fuerza, pero, al final, un excelente comunicador letra a letra. Esa fue la primera formación de Cordura, que dejaba atrás nombres coyunturales como Redrum o 237.
El grupo se esparce entre localidades como Trapagaran, Portugalete, Gallarta o el barrio bilbaino de Deustu. Unai (Le Noise, Eten, Extended Plays...) ha sustituido a Josu Zabala a la batería y el grupo refleja en su nuevo álbum, «Metrópolis» la síntesis personal de experiencias que han pasado por sonidos tan distantes, en cierta forma, como Nirvana, Standstill, Fugazi, QTSA, Black Sabbath, Led Zeppelin, Pearl Jam, Soundgarden o esencias de Wilko. Amplia cultura marcada por la guitarra de Mitxi, diseño gráfico y su forma de componer, además de la voz crispada y emocional voz de Anero, informático de profesión. Con una sección rítmica impecable, Cordura viajan con profesionalidad artística en este «Metrópolis» que se muestra como una de las obras más serias y densas de 2012, final de año en el que cumplen su docena de años cuerdos, o así.
Mientras tanto dejemos que canciones tan fluidas e intensas como «A la deriva», de lo más rockera, o «Por los viejos tiempos», muy evocativa, sirvan de prototipo de lo que es este cuarteto de sonido saturado y textos esistencialistas. Ya lejos de sus inicios postjarkore.
¿«Metrópolis», un elegante instrumental en el disco, por la película de Fritz Lang, por lo que supone el estilo de vida de una ciudad?
Michi: No hay ninguna gran historia detrás, esa es la verdad. Hubo muchos meses de deliberaciones de títulos, y, sinceramente, es agotador intentar buscar una gran historia, explicación o concepto detrás del nombre de un disco. Creo que ya habíamos trabajado bastante en las canciones como para tener un problema más, así que nos sonó bien, y ganó .
Beko: Sí, simplemente nos gustó la foto y el título de «Metrópolis» para el disco, pero a la vez la imagen de una gran ciudad también nos convenció porque puede dar que pensar, por ejemplo la gran cantidad y variedad de personajes y situaciones que puede haber en ese relativamente reducido espacio.
Del último siempre se dice que es el mejor, este lo es y, además, con el sonido más redondo.
M: Si, ha costado encontrar un sonido, un sitio que adecuado al presupuesto, que no supusiera, por ejemplo, grandes desplazamientos... Y creo que hemos dado en el clavo, porque consideramos que ha sido la mejor experiencia grabando y también el mejor resultado. Javi y Borja, de los Beard Studios, aunque suene a tópico manido, son los putos amos.
Y llegó la autoproducción.
B: El cedé lo hemos sacado bajo Monos Sobre Ruedas, creado para la ocasión, ya que Fragment, quien ha editado los anteriores, no ha podido. Después de los gastos de estudio, local, equipo, etc., ¿qué más da invertir un poco más?. Para el vinilo hemos tenido la colaboración de In my heart Empire, Music Hole, Ojalamemuera y Elizabeth Dane.
«Cuando teníamos el disco casi terminado, vimos que predominaban los temas largos y con multitud de cambios, y que el disco adolecía de material más directo. En ese momento nacen «Colapso» y «A la deriva»
«El disco se publica en formado digital clásico y en vinilo. Además puede descargarse con la donación que se desee desde nuestro bandcamp (cordura.bandcamp.com). El cedé cuesta solo cinco euros y la versión en vinilo 9 euros»
¿Las letras portan victimismo, anhelos, presiones, insatisfacción?
Anero: Las letras son un reflejo de las cosas que me pasan en el día a día. Normalmente le das más importancia a las situaciones negativas y te dan más pie a la hora de escribir. Tampoco me tengo por una persona negativa o victimista. Cualquiera que me conoce sabe que soy una persona alegre, tal vez demasiado. Les intento imprimir un enfoque indirecto para que no sean demasiado evidentes y que cada uno las oriente hacia sus situaciones personales. Realmente cualquiera puede sentirse identificado con ellas. Le doy muchísima importancia tanto a lo que quiero decir como a cómo decirlo, tratando de evitar repeticiones de palabras y rimas fáciles, prescindiendo de infinitivos, etc.
El corte final «Por los viejos tiempos» se va por los siete minutos, da la impresión de ser un tema potencialmente largo?
M: Es un tema que está concebido a propósito con partes muy diferenciadas, que en principio iba a ser muy largo (extremadamente largo, 15, 20 minutos...) La primera idea era destinar un único tema a un ep, aunque esa idea no llegamos a tomarla en serio, y al final quedó reducido a 7 y pico. Y pueden verse en él influencias claras de Jane's Addiction, de Blind Melon, de Pearl Jam e incluso Pink Floyd.
En «A la deriva» existe un guiño a unos clásicos...
M: Es un tema que se compuso muy rápido, intuitivo. Sí, contiene una cita deliberada (y evidente) a Led Zeppelin. Juguemos a buscarla. P.C.