Las técnicas publicitarias se sirven de todos los recursos que las otras artes nobles han ido acumulando. Hay dos, quizás tres, anuncios en los que se cambia el objeto del deseo por un mensaje subliminal que acaba llevando al mismo destino, pero atravesando otros paisajes y colocando pistas faltas, como si se tratara crear un suspense. No te dicen de qué va, o qué marca venden, hasta el final. Alguna marca de automóviles de alta gama lo viene haciendo desde años atrás, pero los que nos han llamado la atención son dos productos bien distintos, un banco y una marca de chacinería. El tercero en discordia es más sutil, porque se trata de Brad Pitt anunciando un perfume para señoras. Aquí sería una anuncio por reflejo condicionado, pero de una eficacia suprema, me imagino.

Se ha escrito y hablado mucho sobre un anuncio que forma parte del mismo estilo de otro del año anterior de una marca de productos derivados del cerdo. Se habla maravillas, y la verdad es que me parece bastante más flojo que el anterior, con un mensaje más confuso, y con una estética que se va contradiciendo con una frecuencia excesiva para tan pocos segundos. No me parece nada buena la interpretación de Fofito. Sin más, está, canaliza la historia, pero no ha sido nunca payaso de mi devoción. Las demás intervenciones de los cómicos son menos acertadas, no tan finas, más de bulto, sin llegar a la coralidad. Es, por tanto, un anuncio que trata con cierto respeto al espectador-consumidor, pero que debe quedarse ahí, con un muchas gracias.

Otro asunto es que una entidad bancaria que te machaca cada día del año, por papel, televisión, radio o Internet, te asegure que te regala treinta segundos para «pensar». Es muy fuerte esta tregua. Porque dicen que no van a contaminar con nada, que nos ofrecen simplemente el paisaje bucólico de una campiña desde la ventanilla de un tren. Suena una canción, eso ya es contaminación acústica. Pero no ponen el color naranja identificativo hasta el segundo final. Y pensar, pensar, ¿sobre qué podemos pensar en ellos cortes publicitaros de la tele? Yo pienso solamente buscando descubrir quién es el anunciante. Deformación profesional.