presupuestos en las instituciones vascas
Gipuzkoa aprueba nuevos cambios fiscales y presupuestos
La Diputación de Gipuzkoa es la primera institución vasca en aprobar los presupuestos gracias al acuerdo entre Bildu y PSE, que incluye nuevos cambios en la fiscalidad para lograr «una mayor progresividad». El PNV se abstuvo y el PP votó en contra de las cuentas y de la reforma fiscal.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Cómo recaudar dinero y cómo emplearlo posteriormente. Son dos de los aspectos más relevantes de la política, que ayer se presentaron unidos en las Juntas Generales de Gipuzkoa. Por un lado se aprobaron los presupuestos forales para 2013, y por otro se dio luz verde a diversas modificaciones en la norma tributaria.
No hubo sorpresas y las cuentas salieron adelante con los votos favorables de Bildu, las abstenciones de PSE y PNV y el voto en contra del PP. Aralar no pudo votar, ya que su juntera Rebeka Ubera presentó el miércoles su renuncia -será parlamentaria de EH Bildu en Gasteiz- y su relevo, Maite Sarasua, aún no ha tomado posesión del cargo.
El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, mostró su satisfacción por el resultado, fruto del acuerdo alcanzado con el PSE y que ha permitido aprobar «un presupuesto progresista», una «herramienta imprescindible para hacer frente a la situación económica».
Garitano alabó la «actitud responsable» de Bildu, PSE y Aralar, que han sido capaces de dejar al margen de las negociaciones ciertos «temas polémicos», en referencia a la gestión de los residuos en general y a la incineradora en particular.
Se dispone de 661,1 millones
Su intervención puso el cierre al primer punto del orden del día, unas cuentas que ascienden en total a 3.987 millones, incluidas las aportaciones al Cupo, al Gobierno de Lakua y al Fondo Foral de Financiación Municipal (FFFM), un 1,67% menos que el de este año. El presupuesto que manejarán los departamentos forales suma 661,1 millones, frente a los 679 de 2012.
De esta cantidad, diez millones corresponden a nueve enmiendas transaccionadas entre Bildu y el PSE. La partida más relevante es una de 7,6 millones para «apoyar el desarrollo económico mediante el impulso a la actividad económica y la lucha contra el desempleo».
El resto de enmiendas contemplan diversas actuaciones en Irun, Eibar y Zumarraga, los tres únicos municipios guipuzcoanos gobernados por el PSE. Para financiar estas intervenciones se plantea reducir en ocho millones de euros la partida para el tramo Antzuola-Bergara de la variante GI-632 y suprimir una partida de dos millones denominada Udalei.
La portavoz del PSE, Rafaela Romero, explicó que su formación ofrece y pide «lealtad y esfuerzo en el trabajo, así como responsabilidad, seriedad y exigencia en que ese trabajo se produzca y en que se cumplan los pactos y acuerdos alcanzados de forma que no se quiebre la confianza puesta en ambos para que se cumpla el plan que intenta humildemente lograr que Gipuzkoa tenga más empleo y mas futuro». A su juicio, este acuerdo es «un paso pequeño pero grande, un punto de inflexión en la gestión foral».
«No ha sido fácil este trabajo por Gipuzkoa. Hemos recibido insultos, incomprensiones, zancadillas, torpedeos difamaciones, por tierra, mar y aire, pero no ha importado porque nosotros no estamos para servirnos a nosotros sino para intentar hacer un trabajo mejor por Gipuzkoa», remarcó.
Romero insistió en la necesidad de combatir el desempleo, pero no mencionó otro de los temas calientes durante las negociaciones, el de la gestión de los residuos.
«Con nombre y apellidos»
Desde el arranque del proceso, el PNV adelantó que por «responsabilidad» y «coherencia» permitiría con su abstención que los presupuestos salieran adelante, pero presentó una enmienda parcial en la que se reservaban 17 millones de euros en «una partida con nombre y apellidos para la construcción de la incineradora», según insistió ayer Markel Olano.
El portavoz jeltzale criticó la gestión del Ejecutivo no solo en este aspecto, sino también en el ámbito económico y en las políticas sociales. Aseveró que la abstención del PNV ha marcado todo el proceso y exigió al resto de formaciones «la misma responsabilidad no solo en Gipuzkoa, sino en el resto de instituciones de Euskal Herria». Cabe recordar que los jeltzales tienen en el alero las cuentas de la Diputación de Bizkaia y las del Gobierno de Lakua.
Idoia Ormazabal (Bildu) le recordó que las decisiones sobre qué infraestructuras construir para la gestión de los residuos es una competencia del Consorcio (GHK) y no de las Juntas. La portavoz de la coalición se felicitó de que Gipuzkoa tenga aprobados sus presupuestos antes de finalizar el año.
Había abierto la sesión Iñigo Manrique (PP), quien manifestó que el aprobado es «un presupuesto paliativo, escasamente inversor y ajeno a la realidad de los empresarios guipuzcoanos, que son quienes crean riqueza y empleo y posibilitan, en gran medida, que la Diputación foral disponga de los recursos suficientes».
Plusvalías, ahorro, SPE...
La segunda parte del pleno abordó el tema de los ingresos, con el debate y votación de ciertos cambios en la normativa tributaria. La diputada de Hacienda, Helena Franco, presentó estas novedades, entre las que destacó que no se gravarán las plusvalías de las viviendas en caso de desahucio y tampoco las compensaciones que reciban las víctimas de cualquier tipo de violencia.
En cuanto a las rentas del ahorro, se modifica la escala «para una mayor progresividad». Hasta ahora existían dos tramos -20% hasta 4.000 euros y 23% para los superiores- y a partir de ahora existirán tres tramos; 21% (hasta 1.500 euros), 23% (entre 1.500 y 10.000 euros) y 25% (de 10.000 euros en adelante). Otros cambios aprobados afectan al gravamen sobre los premios logrados en diferentes loterías y a las deducciones por mecenazgo.
También se acordó por unanimidad suprimir las Sociedades de Promoción de Empresas (SPE), al entender que este régimen ofrecía una vía para la elusión fiscal y no pagar así los tributos correspondientes. Franco anunció además que impulsará durante el primer semestre de 2013 una nueva normativa contra el fraude fiscal.
Las modificaciones planteadas, que entrarán en vigor el próximo martes 1 de enero, contaron con el respaldo ya anunciado de Bildu y el PSE, mientras que el PNV se abstuvo y el PP votó en contra. Las enmiendas presentadas por estas dos últimas formaciones fueron rechazadas.
Enrique Martínez (Bildu) remarcó que estos cambios suponen un nuevo paso «hacia un modelo de mayor progresividad» y recordó que durante la tramitación en comisión se admitieron enmiendas de otras formaciones como el PNV, algo que ya había remarcado anteriormente la jeltzale Itziar Agirre para explicar el porqué de la abstención de su grupo.
«El acuerdo ha ido por otro lado, pero en la norma hay cosas con las que estamos de acuerdo y que incluso habíamos presentado nosotros», apuntó Agirre. Por su parte, Mikel Antxon Arrizabalaga, del PSE, indicó que estas modificaciones tributarias están «en la línea marcada por el anterior Gobierno de Patxi López».
Los diferentes oradores aprovecharon sus intervenciones para despedir y desear la mejor de las suertes a la juntera de Aralar Rebeka Ubera, que a partir de ahora ejercerá como parlamentaria de EH Bildu en la Cámara de Gasteiz.
En una sesión de guante blanco, Enrique Martínez (Bildu) y José Luis Cano (PP) protagonizaron casi el único rifi-rafe dialéctico de la jornada, imbuidos eso sí por el «espíritu navideño». El representante de la coalición pidió al PP mayor confianza en los empresarios de Gipuzkoa, ya que «su afección al territorio es real, no es afección al escudo fiscal o a las deducciones». Sin perder la sonrisa, Cano replicó que «hace falta jeta para decirnos que no confiamos en los actores socioeconómicos». Martínez también tuvo sus más y sus menos con la jeltzale Itziar Agirre, molesta porque el primero hubiese definido al PNV, junto al PP, como un partido «de derechas». I.I.
EH Bildu ha advertido al PNV que retrasar el debate de los presupuestos de Bizkaia para acompasarlo y condicionarlo a las negociaciones sobre las cuentas que presente el Gobierno de Lakua sería «una auténtica irresponsabilidad». El parlamentario de la coalición Oskar Matute y la portavoz en las Juntas de Bizkaia Irune Soto comparecieron para denunciar la demora con la que el Ejecutivo foral de José Luis Bilbao está afrontando este tema.
Según explicaron, hoy era la fecha que «todos los grupos políticos barajábamos en Juntas Generales de Bizkaia» para la celebración del debate presupuestario, pero, sin embargo, el PNV «ha decidido retrasar la fecha, no ha querido dar ningún tipo de explicación ante este retraso y tampoco ha mencionado los motivos que le han llevado a cambiar el día preestablecido. Tiene que ser el PNV quien aclare pública y oficialmente por qué está retrasando el debate y el motivo de que todavía no exista ni siquiera una fecha posible».
Uno de los motivos que se barajan es que el PNV esté tratando de alcanzar un acuerdo con el PP. En ese sentido, Oskar Matute apuntó que «sería difícil para el PNV explicar que sus políticas son diferentes a las del PP si necesitan del PP para llevar a delante sus políticas. Seguramente no serían tan diferentes y, probablemente, se esconda similitud en el modelo y, por desgracia, los ciudadanos vizcainos conocemos muy bien lo que significa: más recortes, más desempleo, más precariedad y más indignidad».
Matute remarcó «cuántas dificultades enfrentan a los que dicen tener capacidad de acuerdo cuando el cambio de cromos se les pone cuesta arriba, después de que los presupuestos de Álava no obtuvieran apoyo suficiente. Son precisamente las dificultades con las que se ha encontrado el PNV para obtener un acuerdo presupuestario en Bizkaia las que han llevado a los responsables forales a maniobrar para ganar tiempo», sin convocar un pleno para debatir las enmiendas a la totalidad presentadas por Bildu y el PSE.
La coalición no cierra las puertas a una negociación con los jeltzales, pero «nunca a cambio de cromos y nunca a intercambio de estabilidad en instituciones que llevan a cabo políticas contrapuestas y siempre con un claro objetivo de construir una sociedad diferente, con un modelo económico y social diferente, construido desde abajo y a la izquierda». Matute estimó que «hay muchas formaciones que vivían muy cómodas en una situación de no presencia de lo que puede representar EH Bildu en las instituciones y que, probablemente, porque se sentían muy cómodos entonces, siguen actuando ahora de esa misma manera, obviando que somos la segunda fuerza política de este país». GARA
