Tras las denuncias de la oposición en el Parlamento navarro, ayer UPyD presentó una denuncia contra los consejeros de Banca Cívica. La presidenta del Gobierno de Nafarroa, Yolanda Barcina, afirmó al respecto que será el tiempo el que dirá «cómo han sido las actuaciones» en Caja Navarra y Banca Cívica. Que quien ha sido una de los principales responsables de esa entidad, aunque lo fuera, como ella resaltó, por imperativo legal, haga esa afirmación es inaceptable, pues más que un síntoma de tranquilidad -la que pretende aparentar- lo es de desfachatez. También por imperativo legal debería haber velado por una gestión eficaz, y podría y debería despejar la más mínima duda sobre lo ocurrido en Caja Navarra, máxime cuando las dudas no son precisamente mínimas. Hoy hace una semana que el partido de Barcina rechazaba una propuesta apoyada por toda la oposición, excepto por el PSN, e impedía así crear una comisión de investigación. Es posible que sea el tiempo el que aclare las actuaciones que han llevado a la desaparición de ese importante instrumento financiero del herrialde. Lo que está claro, vista de voluntad mostrada por Barcina y su partido, es que la presidenta no lo hará.