El Ibex no pudo asentarse sobre los 8.300 puntos en una sesión marcada por el hundimiento de Bankia y las dudas sobre el cierre del acuerdo presupuestario en Estados Unidos. Además, empujó a la baja la fuerte caída en Estados Unidos de la confianza de los consumidores, según el índice de la Conference Board. Las mejorías en la venta de viviendas nuevas y las peticiones semanales de desempleo no compensaron el pesimismo generado por ese dato relevante para el consumo. En el caso de Bankia, sus inversores minoristas podrían perder casi al completo el dinero debido a la macroampliación prevista para enjugar el agujero de 10.444 millones de euros de la valoración del grupo BFA, matriz de la entidad. A partir del 2 de enero dejará de cotizar a la espera de que se establezca esa ampliación prevista por 13.459 millones de euros. El derrumbe de Bankia junto a la inquietud por el abismo fiscal castigaron al Ibex. Hoy comenzará con 8.280,90 puntos, tras descontar un 0,22%. En el resto de Europa, el signo fue diferente: París sumó un 0,59%, y Fráncfort, un 0,26% y Londres subió ligeramente. En el Ibex, Bankia se llevó un gran varapalo al ceder un 19,53%, hasta 0,55 euros. Desde su salida a bolsa en julio de 2011 cae un 85,33%. Otros dos bancos, Popular y Sabadell, restaron más de un 2%, pero BBVA y Santander acabaron en verde. Repsol (-2,74%) fue el peor entre los grandes, en tanto que Grifols (+2,54%) lideró las ganancias del selectivo. En el Cac, que cerró en máximos del año, destacó el avance de Schneider (+2,33%), frente a ST Microelectronics (-1,11%), el peor de la jornada.