Cuatro accidentes en montaña, cuatro, nos han sorprendido recientemente en un mismo día, coincidiendo con una jornada de mucho viento. Tanto, que no se pudieron realizar los rescates en helicóptero. Casualidad o no, es una ocasión para reflexionar sobre el movimiento del aire en los relieves.

Un día muy ventoso nos debería llevar a ser más prudentes en montaña. A nivel térmico, porque vamos a sentir más frío que con las mismas temperaturas sin viento (sensación térmica). Y a nivel mecánico, porque nos puede desestabilizar en pasajes delicados (crestas, cimas y collados, particularmente castigados).

40 k/h es la velocidad que se considera límite para que el viento atraviese los relieves sin que dé lugar a grandes complicaciones. Por encima de ese valor las turbulencias (movimientos de aire desordenados y en un estado de continuo cambio) pasan a ser generalizadas. Incluso con velocidades inferiores a 40 km/h, en lugares con fuertes pendientes se pueden originar remolinos (columnas de aire de pequeña escala en rotación, también llamados torbellinos).

Por encima de 60-80 k/h continuar ascendiendo se convierte en un ejercicio peligroso. Más aún si tenemos en cuenta que el choque del aire contra el relieve puede provocar ráfagas repentinas o bruscos cambios de dirección en el viento y sorprendernos desagradablemente. Por eso es difícil prever su fuerza y dirección en estas zonas.

En cualquier caso, lo ideal sería que antes de salir conociéramos el estado de las alertas meteorológicas, la previsión «normal» para la zona y, si fuera posible, la previsión específica de montaña, donde encontraríamos datos como la dirección y velocidad del viento en atmósfera libre a 1500 m y 3000 m (web de Aemet, predicción de montaña para diferentes macizos). Ya lo dijo en cierta ocasión Doug Scott (alpinista inglés): «Nada reemplaza un largo aprendizaje, una acumulación de experiencias que se vuelve la base de la intuición». En definitiva, formarse e informarse. Algo que, con toda seguridad, tarde o temprano nos servirá de ayuda en la toma de decisiones adecuadas.