El arte vasco, protagonista en el Bellas Artes de Bilbo durante 2013
Tres grandes exposiciones restrospectivas, «serias» y «completas», dedicadas a Néstor Basterretxea, Francisco Durrio y Darío de Regoyos, además de dos de mediano formato -con Ramón Zuriarrain y Mikel Díez Alaba- componen la programación para el año 2013. El museo ha conseguido por segundo año consecutivo un nuevo récord histórico con la cifra de 290.ooo entradas. Además, la exposición de Antonio López, con 209.531 visitantes ha sido la más visitada.
Alvaro HILARIO | BILBO
Tres grandes exposiciones retrospectivas dedicadas a Néstor Basterretxea, Francisco Durrio y Darío de Regoyos, además de otras dos de mediano formato con Ramón Zurriarain y Mikel Díez Alaba conforman el programa de exposiciones del Museo de Bellas Artes de Bilbo para 2013.
De este modo, el museo acomete el compromiso de realizar una labor de estudio y recuperación de nombres fundamentales en la historia del arte vasco.
Basterretxea
En opinión del director del museo, Javier Viar, con esta retrospectiva, «seria» y «completa», compuesta por cerca de 200 piezas y a la cual acompañará la publicación de un catálogo de referencia, el Bellas Artes viene a llenar un vacío, el de que hubiera una «labor científica y académica importante» dedicada al estudio de la obra de Basterretxea.
En la misma se mostrará a Basterretxea como artista total y plural, cubriendo «los diferentes frentes que trabaja» (pintura, escultura, cine. diseño industrial, fotografía o cartelismo), dando especial relevancia a su etapa más temprana signada por sus diseños geométricos.
Se inaugurará el 25 de febrero, estando abierta hasta el 19 de mayo.
Durrio y Gauguin
El 3 de junio se abrirán las puertas de la exposición «Francisco Durrio (1868-1940). Sobre las huellas de Gauguin».
Esta reúne por primera vez la casi totalidad de la obra catalogada de Francisco Durrio. Serán 150 obras, entre óleos, esculturas, cerámicas, acuarelas, grabados y ofebrería. Amén de temas, materiales y técnicas, la muestra abordará las relaciones que Durrio estableció en París, ciudad que habitó por un espacio de más de 50 años, relaciones indispensables para conocer a fondo su tarea creativa. Por ello, junto a sus trabajos se presentarán otros realizados por sus amigos, entre los que destaca Gauguin.
«La influencia de Gauguin -su simbolismo y primitivismo- es determinante en la obra de Durrio», indicó Javier Viar quien señaló, como claves para comprender este proceso, cuatro cerámicas de Gauguin pertenecientes a la colección particular de Francisco Durrio.
Se expondrán también bronces, trabajos en plata repujada, grabados y óleos de Gauguin, además de pinturas de Picasso, Guiard, Zuloaga o Ramón Casas.
Darío de Regoyos
Para Javier Viar la muestra de la obra de Regoyos es otra «recuperación importante» de un autor que aunque asturiano estuvo imbricado en la Euskal Herria que tantas veces retrató. De hecho, vivió en Bilbo, Irun y Donostia.
Sus impresionistas épocas tempranas y su retrato de «La España Negra» son el marco de las 150 obras que se exhibirán.
Se podrá visitar del 7 de octubre de 2013 al 26 de enero de 2014.
Con sendas exposiciones dedicadas a Ramón Zuriarrain, el Bellas Artes cumple otro compromiso, el de «mostrar autores más o menos jóvenes, pero muy significativos en la evolución del arte vasco», anunció Viar.
Basadas en obras realizadas sobre papel, en dibujos, ambas reflejo de su «informalismo gestual», se presentarán en la sala 33.
La programación se completa con la iniciativa «La obra invitada», que traerá el «Shanti Andia» de Zubiaurre, el «Tríptico de la guerra» de Aurelio Arteta, realizado en 1937, y sendos cuadros de Zurbarán y Paul Delvaux.
Francisco Durrio fue vecino del barrio de Montmartre durante más de 50 años. Las relaciones allí tejidas son indispensables para entender su trayectoria. Así, obras de Gauguin, Picasso, Adolfo Guiard, Zuloaga, Iturrino, Casas y Rusiñol, entre otros, forman parte de la retrospectiva centrada en su trabajo.
Cuando faltan dos días para finalizar el año, el Museo de Bellas Artes ya ha alcanzado la cifra de 290.000 visitantes, 30.000 más que el año precedente. Aunque grandes exposiciones como la de Antonio López (que desde el 10 de octubre de 2011 al 29 de enero de 2012 concitó el interés de 209.531 visitantes; la exposición más exitosa de la historia del museo), otras como «La maleta mexicana» o las protagonizadas por Sorolla y Guinea han servido, según Javier Viar, para que hubiera un «desarrollo equilibrado de la audiencia».
Camino del equilibrio van también los porcentajes de visitantes nacionales y foráneos: si históricamente los vascos eran el 8o% del público, hoy en día ese tanto por ciento ha bajado al 70. «Es imposible atraer más población cercana. El crecimiento viene de la mano de gente de fuera» (franceses, británicos, catalanes y españoles, principalmente), dijo el director del museo. Las razones habría que buscarlas tanto en la calidad de las exposiciones temporales como en la colección permanente del Bellas Artes que, hasta la fecha, ha sido una gran desconocida para los extranjeros. A.H.