El presidente ruso, Vladimir Putin, promulgó ayer la ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de estadounidenses, considerada como una de las medidas más hostiles adoptadas por Moscú contra EEUU desde el fin de la Guerra Fría. El texto fue aprobado por el Parlamento en respuesta a la «Ley Magnitski», adoptada por el Congreso estadounidense y promulgada este mes por el presidente Barack Obama. La ley impide ingresar a EEUU a dirigentes rusos presuntamente implicados en la muerte durante su detención en 2009 del jurista Serguei Magnitski o en otras presuntas violaciones de derechos humanos.

Precisamente ayer, la Justicia rusa absolvió a Dimitri Kratov, exsubdirector de la cárcel donde Magnitski estuvo preso.