«El retroceso de derechos que vivimos ahora es terrible»
Las huelgas en Potasas fueron un referente para el naciente movimiento obrero en Nafarroa, en una época convulsa en lo político y marcada por el cambio de una sociedad agraria a una industrial. En una obra editada por Ahaztuak, José Luis Díaz Monreal recoge el testimonio de una lucha obrera en defensa de unos derechos laborales que ahora están en cuestión por las reformas neoliberales.
Martxelo DÍAZ |
Las huelgas en las minas de Potasas fueron el detonante de múltiples protestas que sacudieron Nafarroa en las décadas de 1970 y 1980 en defensa de unos derechos laborales que ahora están en cuestión por las reformas neoliberales.
¿Cuáles son los motivos por los que decidió recoger la historia de las huelgas en Potasas?
Prácticamente toda mi vida laboral, 35 años, la pasé en Potasas. Siendo como fue la principal empresa de Navarra y teniendo en cuenta los acontecimientos que se dieron a lo largo de su existencia, pensaba que era interesante y necesario recordar todo eso para recuperar esa memoria histórica, porque conforme van pasando los años van desapareciendo pruebas. Por ejemplo, el archivo de Potasas ha desaparecido. Ya no queda nada. Hablé con otra gente que pensaba que estaba más capacitada que yo para llevar a cabo este trabajo, teniendo en cuenta que habían estado muchos años en el comité de empresa o dentro de las organizaciones políticas que entonces funcionaban, como la ORT. Pero como nadie se decidía, al final lo he hecho yo. La historia que cuenta abarca todo lo que fue Potasas de Navarra, desde el año 1960, que es cuando comienzan las actividades de la empresa, hasta 1986, que es cuando termina y da paso a Potasas de Subiza. Cuento las grandes huelgas, los grandes conflictos y otros que no fueron tan importantes de cara al exterior, pero sí que fueron importantes y traumáticos de cara al interior. Al mismo tiempo, lo contextualizo con otras huelgas y conflictos que hubo en Pamplona y en Navarra en esos mismos años. Y también se cuentan los grandes acontecimientos que pasaban en el Estado español al mismo tiempo. En paralelo, cuento el nacimiento y el desarrollo del movimiento obrero en Navarra. Porque si no, no se entendería qué pasaba en Potasas. Los grupos políticos que nacieron en los años 1960 no tenían nada que ver con los partidos tradicionales de la República, ni con UGT ni CNT, que estaban desaparecidos por la represión de la dictadura fascista. Explico cómo las organizaciones obreras navarras nacieron de las organizaciones apostólicas de la Iglesia. En aquella época, en los años 1950, en Navarra nacieron la HOAC, la JOC, Vanguardias Obreras. Los trabajadores que tenían inquietudes sociales vieron que la única manera de hacer algo era con el paraguas de esas organizaciones. Se podían reunir, tenían locales, lo que para los demás era impensable. Posteriormente nacieron otros grupos, como el sindicato USO y la AST. Desde esos orígenes cristianos fueron evolucionando hasta el marxismo, como la ORT, el PT y el Movimiento Comunista.
Junto a ello, se cuenta el tema de los accidentes mortales, que fue muy grave en Potasas a lo largo de toda la historia. Se señalan 47, todos ellos datados. Pero hay más, que por ser de empresas subcontratadas no he logrado localizar. Fueron hasta 53 o 54, además de centenares de heridos muy graves.
Las huelgas de Potasas eran un referente en una sociedad como la navarra que dejaba de ser agraria para iniciar un proceso de industrialización.
Además, coincide con el final de la dictadura y el inicio de la llamada transición. No se tiene memoria de todo esto, pero hay dos meses seguidos, diciembre de 1974 y enero de 1975, en que la situación en Potasas y en el conjunto de Navarra era tan convulsa que no tenía precedentes. Los despedidos fueron miles, con empresas enteras despidiendo a todos sus trabajadores; tres o cuatro manifestaciones diarias; detenidos a cientos; barricadas de fuego; encierros de sacerdotes y de trabajadores en iglesias y conventos; dos huelgas generales importantísimas, sobre todo la del 14 de enero, coincidiendo con el encierro de los mineros, que fue del 7 de enero hasta el 22... Los consejos de ministros eran monotemáticos con la huelga de Potasas, que afectaba a toda Navarra.
En estos momentos vuelve a ser necesario luchar por derechos básicos conseguidos gracias a huelgas como la de Potasas.
La comparación es inevitable. Se han perdido derechos, el retroceso es terrible. Cuando hablo con compañeros de esa época nos parecen impensables cosas como las ETT. No digo que no lo hubieran podido hacer entonces, pero hubieran necesitado al Ejército. Un libro como este, al igual que muchos otros, puede ser bueno para comparar y para que la juventud despierte un poco y se dé cuenta de que al capitalismo y al empresario cuando más le das, más quiere. Por las buenas no van a conceder nada. No hay empresa que se forme para crear puestos de trabajo, todas buscan ganar dinero. Y si ganan más en otro sitio, se van dejando a todo el mundo en la calle. La Volkswagen está aquí hasta que le interese no estar después de llevarse un montón de dinero. Antes también existían las hipotecas.