Este viernes, Día de los Inocentes, el Consejo de Ministros del Gobierno de España, cual aguinaldo, aprobaba la subida de 3,9 euros del Salario Mínimo Interprofesional dejándolo en 645,30 euros mensuales. Nadie podrá cobrar por debajo de la cifra acordada. Ni ministras, diputados, alcaldesas, jueces, obispos, militares, ni siquiera el Borbón, recibirán menor sueldo que el estipulado. La democracia española nos hace iguales.

3,9 euros es un aumento del 0,6% en el SMI, congelado durante todo 2012, y equivale al incremento máximo de los salarios pactados en el II Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva 2012-2014, firmado el 25 de enero de 2012 por Juan Rosell Lastortras y Jesús María Terciado Valls, presidentes de las patronales CEOE y CEPYME, respectivamente, e Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez Rodríguez, secretarios generales de CCOO y UGT. (Es importante conocer nombre y apellidos para no olvidar a los responsables de nuestro bienestar y, a su debido tiempo, poder agradecérselo como corresponde).

A los salaos del Banco de España la subida de 3,9 euros mensuales, el 0,6%, les parece un dispendio generador de «efectos perversos» en los trabajadores, al poder tener la tentación de demandar tan vertiginoso aumento en sus respectivos convenios colectivos. Siempre mirando por nosotros. Para que no caigamos en la tentación de vivir por encima de nuestras posibilidades, que tantos males nos ha traído.

Dado que el salario de umbral de pobreza, en 2010, era de 567,5 euros, los 77,8 euros que le sobrepasa el SIM, merced a la prudente generosidad de nuestros gobernantes, no exacerba, sobremanera, la pasión por el despilfarro. Acotando la altura de las posibilidades de mostrar la alegría diaria de no ser pobre el tiempo que nos den por 2,60 euros.

A veces, los que gustan de gobernar nuestra vida desde la maternidad hasta el tanatorio: educación, ocio, trabajo, salario, sexualidad, salud, vejez y muerte; a veces, digo, parecieran ausentes de sus responsabilidades: no los vemos en los plenos o se ausentan antes del final sin escuchar al resto de oradores, bostezan, dormitan, leen revistas o bien juegan con sus smartphones e ipads mientras arrebatan el derecho a la sanidad pública. Nada más lejos. Una continua y reiterativa atención resulta innecesaria, pues desde su más tierna infancia saben de su misión; para ella fueron educados en los colegios y universidades a los que sus padres confiaron su formación: mantener el orden natural de las cosas donde existe y restablecerlo donde peligran sus condiciones porque absurdas veleidades y quimeras hayan nublado la mente de algunos. Siempre ha habido pobres y ricos. No en la misma proporción, pues es obvio que a un rico le corresponden un número considerable de pobres que, empobreciéndose, lo enriquezcan. Regla que no funciona a la inversa. Así, un diputado cobra, como poco, 10 salarios mínimos. Por eso deciden su sueldo y el nuestro.

Un aumento de 3,9 son 0,13 euros de subida al día. Diez metros de soga trenzada cuestan unos 45 euros. Habrá que empezar a ahorrar.