«El sitio de Zaragoza» es el título de una obra musical de carácter militar del compositor Cristóbal Oudrid y Segura, dedicado a la resistencia de la capital maña ante el asedio de las tropas napoleónicas en la Guerra de Independencia española, un asedio que duró desde el estallido del enfrentamiento armado, el 2 de mayo de 1808 hasta que Zaragoza capitulaba el 21 de febrero de 1809. En esta pieza destaca un estribillo machacón que, en tiempos, fue la pieza con la que sonaba el órgano del pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza cuando el CAI atacaba. A día de hoy, aunque con menor frecuencia, también se escucha.

Teniendo en cuenta que la escuadra aragonesa ha perdido sus dos últimos partidos, y que ello le ha impedido asegurar su presencia en la Copa; y teniendo en cuenta que Bilbao Basket precisa seguir ganando para asegurarse el ser cabeza de serie en los «cuatro días de adrenalina» de Gasteiz, el duelo de este mediodía tiene todos los ingredientes para convertirse en un sitio, al menos a nivel deportivo.

«Si podemos sacar el partido tenemos muchas opciones de acabar entre los cuatro primeros, pero el partido es importante no solo por la Copa, sino por la clasificación», certificaba el técnico bilbaino Fotis Katsikaris.

La «necesidad» de Aguilar

El pabellón Príncipe Felipe se le ha dado muy bien a la escuadra bilbaina, ya que se ha impuesto en sus tres visitas, aunque siempre por resultados muy ajustados. Por ejemplo, en la temporada 2008/09 venció por 69-70, gracias a un triple de Javi Salgado a tres décimas para el final -que además otorgaba la salvación al Bruesa GBC-; en la 2010/11 por 68-74; y la pasada campaña por 69-72, en la primera victoria de los hombres de negro en una reacción baldía para intentar colarse en la Copa.

«Va a ser un partido muy duro y complicado. Siempre los partidos allí son difíciles, se deciden en detalles. El CAI ha ganado a equipos grandes, ha ganado también fuera. Es un equipo muy equilibrado dentro y fuera, y para ellos es muy importante el porcentaje en acierto porque les da confianza», añadía Katsikaris en la previa a este duelo.

Bilbao Basket ha sabido darle la vuelta a la leve crisis de juego que le supuso caer ante Cajasol y Baskonia, mientras que los maños están echando de menos la ausencia de Pablo Aguilar, que es duda de cara a este partido por un problema de tobillo.

El ala-pívot andaluz aporta números regulares: 9 puntos, 4,3 rebotes y 1,7 asistencias, pero lo cierto es que ha tomado parte en siete de las ocho victorias aragonesas. Con Aguilar en pista, el CAI anota 81 puntos y 66,6 sin él, mientras que los pupilos de José Luis Abós encajan 70 puntos con el ala-pívot en cancha, y 71,8 sin él. En ese sentido, la ausencia de un interior tan importante lo puede aprovechar el frontcourt bilbaino. La buena mano de Moerman y Rakovic, o los movimientos de Hamilton cerca del aro, pueden causar estragos en la canasta de los de José Luis Abós.

Con todo, Fotis Katsikaris no se fía del resto de jugadores maños. Por ejemplo, el preparador heleno destacaba a «Damjan Rudez, un jugador clave jugando de `tres' y de `cuatro'». Para batir al CAI, «lo más importante es defender bien y cerrar el rebote, y ojalá que tengamos un buen acierto para abrir su defensa», deseaba Katsikaris.