Campeonato de Parejas
Bengoetxea-Beroiz humanizan a Aimar
Gran victoria de la pareja azul, que remontó un partido en el que llegaron a ir 11-6 por detrás, a base de una gran defensa y el acierto rematador de Oinatz.
Jon ORMAZABAL I
Basándose en su gran defensa, pero sin olvidar su inmensa clase en remates como el dos paredes que supuso el 12-11, o la paradita en el txoko con la que finiquitaron el partido, Oinatz Bengoetxea y Mikel Beroiz humanizaron a un Aimar Olaizola que estaba adquiriendo un estatus de inaccesible para el resto de pelotaris. En un gran partido, el de Leitza y el de Uharte confirmaron, por si había alguna duda, que son una pareja muy a tener en cuenta, incluso para la lucha por la txapela.
Porque, como se pudo comprobar ayer en Iruñea, y también la semana pasada en Bilbo, el que quiera ganar a la pareja navarra de Asegarce va a tener que sudar sangre para derribar esa muralla defensiva que conforman, pero es que, además, en días inspirados, Oinatz Bengoetxea cuenta con un repertorio ofensivo solo al alcance de los elegidos.
Apenas quince días después de la final del Cuatro y Medio, Aimar Olaizola y Oinatz Bengoetxea volvieron a enfrentarse en una cancha y el de Leitza enseguida demostró que es mucho más de lo que se vio en el Ogeta. Sin un dominador claro, el partido comenzó muy equilibrado, con constantes alternativas en el marcador y juego alegre.
Los colorados apostaron por una pelota con bastante salida con la que Ibai Zabala se encontraba más cómodo, mientras que Beroiz tenía muy claro que debía buscar la izquierda del zaguero de Berriz, muy seguro en todo el partido, sin cometer un solo error.
Siete de Aimar
El que sí que cometió alguno más de lo que en él es habitual (7) fue un Aimar Olaizola que enseguida entendió que debía echarse el peso de su pareja a sus espaldas. Tuvo sus momentos brillantes, que los llevó a adelantarse 11-6, lo que parecía una ruptura definitiva, pero terminó acusando el esfuerzo ante una pareja que nunca se descompone.
Con un Beroiz solidísimo, Oinatz Bengoetxea tuvo toda la confianza y el acierto que le faltó en Gasteiz y consiguieron un gran triunfo de prestigio.