2013, UN AÑO PARA LAS SOLUCIONES : MUNDUA
Viejos rostros afrontan, un año más, serios y nuevos desafíos
ANGELA MERKEL I CANCILLER ALEMANA
La canciller alemana afronta un año electoral (legislativas en setiembre) con la tranquilidad de quien se sabe ganadora (a no ser que ocurra un cataclismo) tanto en el ámbito doméstico como en la esfera europea.
Le basta, en casa, con mantener a raya a los sectores más a la derecha y euroescépticos de su propia corriente ideológica. A la izquierda, nadie puede hacer sombra a una Merkel que no ha dudado en hacer suyos algunos principios socialdemócratas e incluso ecologistas (con su plan para desterrar a futuro la energía nuclear). Incluso se podrá permitir el lujo de elegir socio, según sean los resultados electorales, entre sus hoy aliados liberales (FDP), en caída libre, y el SPD (cuyo candidato, Peer Steinbrück, fue su ministro de Finanzas), reeditando así la Gran Coalición.
Nadie le hará sombra tampoco en el escenario europeo. Con Sarkozy desaparecido, la Francia de Hollande no está para muchos trotes y Merkel seguirá dictando la política comunitaria y soltando o atando cuerda según interese al Bundesbank.
BARACK OBAMA I PRESIDENTE DE EEUU
Su victoria en las elecciones presidenciales del pasado 6 de noviembre le ratifica como uno de los personajes claves de la escena mundial no solo en 2013 sino en los próximo cuatro años.
Barack Obama afronta su segunda oportunidad para dejar impronta como presidente de EEUU y para cumplir las promesas de refundación del país que le auparon como uno de los fenómenos políticos del recién iniciado siglo XXI.
Y deberá darse prisa, toda vez que el endiablado calendario electoral estadounidense apunta a un 2014 con elecciones de medio mandato. Eso sin olvidar el riesgo de colapso económico y presupuestario de la mano del abismo fiscal que tuvo que pactar con los republicanos en 2011. Además de apuntalar su histórica reforma sanitaria -que obliga a asegurar a decenas de millones de estadounidenses sin cobertura médica-deberá de acometer su anunciada reforma migratoria. Más aún habida cuenta de que su triunfo volvió a ser posible por la movilización del voto hispano.
Todo ello en una situación económica que no termina de despuntar -lastrada en parte por la crisis europea- y con un déficit público gigantesco. Y tras un fin de año marcado, además de por las negociaciones en torno al abismo fiscal, por la matanza de Newtown (27 muertos, entre ellos 20 menores), que ha reabierto el nunca cerrado debate en torno a la posesión de armas en EEUU. ¿Será capaz Obama de romper otro tabú en la historia del joven país? Está por ver.
SHINZO ABE I NUEVO PRIMER MINISTRO DE JAPÓN
El fracaso de su corta y accidentada gestión como primer ministro entre 2006 y 2007 condenó dos años más tarde a su partido, el histórico PLD (liberal), al ostracismo político y aupó a la oposición del PD (socialdemócrata) al poder.
Tres años más tarde, el halcón de la política nipona regresa, esta vez con una mayoría absoluta aplastante pero que debe más al descalabro del PD que a sus propios méritos.
Shinzo Abe asegura que ha aprendido la lección y promete devolver a Japón el orgullo como nación. Es conocida su posición a favor de revisar la Constitución impuesta por EEUU tras la capitulación y convertir las actuales Fuerzas de Autodefensa japonesas en un Ejército al uso.
El problema es que la apelación al orgullo japonés retrotrae a la época del imperio del Sol Naciente, que se atrevió a disputar a EEUU su hegemonía en el Pacífico. Aunque Abe nació después de la guerra, no debería olvidar que la geopolítica en la región ha cambiado y que China reclama su posición con creciente beligerancia.
China no es Corea del Norte -la bestia negra para Abe, quien no oculta su admiración paralela por Corea del Sur- y las bravatas le servirán de poco en este caso. Por de pronto, se estrenaba con una clara advertencia. A juicio del nuevo primer ministro japonés, no existe un diferendo territorial en torno a las islas Senkaku (Daioyu para Pekín) en el Mar de China. Simplemente porque las islas «son japonesas». Ecos de otra época.
XI JINPING I SECRETARIO GENERAL DEL PCCH
El hombre que desde marzo regirá los destinos de la segunda potencia mundial es un misterio. ¿Qué se esconde bajo este fortachón de aspecto bonachón? Sabemos que es un príncipe rojo, término con el que se conoce a los descendientes de los dirigentes que hicieron la revolución. Y que, como su padre, fue víctima de la Revolución Cultural promovida por Mao a finales de los sesenta-setenta. Hay quien lo presenta como liberal en cuestiones económicas, con lo que entroncaría con uno de sus principales protectores, el ex presidente Jiang Zemin.
No falta quien asegura que su estilo franco y directo contrasta con las rigideces de los dirigentes y que podría sorprender con una apertura del sistema político a otros tipos de representación. Quizás todo sean exageraciones y asistiremos finalmente a una continuidad tan normal como lo ha sido la sucesión -con la excepción de la purga de Bo Xilai-. No hay que olvidar que el poder en China es cada vez más colegiado y menos unipersonal.
ENRIQUE PEÑA NIETO I PRESIDENTE DE MÉXICO
El retorno del PRI al poder en México, de la mano de Enrique Peña Nieto, anticipa un giro en la guerra al narco, que en los últimos años se ha saldado con decenas de miles de muertos. Todo apunta a que Peña Nieto tratará de volver a tejer viejas alianzas con algunos cárteles, debilitadas tras su salida del poder.
Su intento de ganar legitimidad política -que le niega la izquierda liderada por Andrés Manuel López Obrador- con la firma de los Pactos por México amenaza con quedar en papel mojado en un país al que, por su frontera con EEUU, se le niega el derecho a seguir la senda soberana del resto de Latinoamérica.