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POLÉMICA TRAS EL partido EUSKAL SELEKZIOA-BOLIVIA

PP y sindicatos policiales acusan a la consejera por los sucesos de Anoeta

Los incidentes del partido entre la selección vasca y Bolivia desataron ayer acusaciones a la consejera de Seguridad por parte del PP, que pedirá explicaciones en el Parlamento, y de sindicatos de la Ertzaintza, que consideran que se les puso en grave riesgo. Se habla de catorce agentes heridos, además de los espectadores contusionados por las cargas tras el insistente lanzamiento de bengalas. El PP insinúa a la Federación que deje de organizar el encuentro.

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R.S. |

El accidentado Euskal Selekzioa-Bolivia ha dado gasolina al PP para que ataque esta cita anual por la oficialidad y también a la nueva consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, que a su llegada al cargo afirmó fijarse como objetivo «devolver a la Ertzaintza a sus orígenes» para que sea «una policía civil, del pueblo». En este segundo capítulo, el PP cuenta con el apoyo de varios sindicatos de este cuerpo, que se mostraron ayer indignados por el operativo y cuestionaron ese modelo apuntado por Beltrán de Heredia.

De hecho, fue ErNE el que, en la mañana de ayer, decidió dar perfil alto a los sucesos, que por contra para el Departamento de Seguridad fueron protagonizados «por un pequeño grupo de personas». El citado sindicato, mayoritario en la Ertzaintza, difundió que en los incidentes fueron heridos catorce ertzainas, de los que dos sufrirían fracturas y el resto contusiones. El Departamento admite varios heridos, sin más precisiones, por lo que ni confirma ni desmiente ese dato. La consejera les trasladó su solidaridad a través de una nota pública.

Entre el público también hubo personas contusionadas por las cargas policiales, según se comprueba en las fotos difundidas por las redes sociales. Además consta que se produjeron dos detenciones, una de ellas de un menor de apenas 15 años y otra de un joven de 25, en ambos casos acusados de «atentados contra la autoridad». El primero quedó libre en manos de un familiar y el otro pasó ante el Juzgado.

La irrupción de la Ertzaintza se produjo en torno a la media hora de juego, después del insistente lanzamiento de bengalas y petardos desde el inicio. Los porrazos fueron respondidos por algunas personas arrojando petardos e incluso sillas arrancadas del graderío.

La presencia de estos artefactos en los partidos de la selección vasca viene siendo habitual en los últimos años, pero muy lejos de la intensidad que alcanzó el sábado en Anoeta, cuando durante esa media hora resultó complicado incluso ver el juego debido al humo y por momentos se barajó la opción de detener el partido. En los accesos al campo no había un control riguroso, al contrario de lo que ocurre en encuentros de liga, en los que bengalas y petardos están totalmente vetados y penalizados desde la muerte de un niño de 13 años en el estadio de Sarriá en 1992 por un proyectil que le impactó tras cruzar el campo de lado a lado.

Sin señalar responsabilidades, ErNE habla de «caos organizativo y de seguridad» que propició que se introdujeran al estadio «todo tipo de utensilios, bengalas, petardos y bombas de humo». Añade a este dato objetivo que ertzainas «fueron acosados, rodeados y agredidos» y habla de grupos «perfectamente organizados». En otra interpretación con clara intencionalidad política, apunta que «las pancartas y expresiones» de las gradas daban una pista de lo que podía ocurrir. Tras ello concluye que «no sucedió ningún hecho más grave por la profesionalidad» de los agentes, pero «se estuvo muy cerca de la tragedia». Y como colofón, acusa al Departamento de Seguridad de «poner en grave riesgo la integridad de los agentes por falta de seguridad e incumplimiento de los protocolos de actuación en acciones similares».

Otro sindicato de la Ertzaintza, Esan, señala muy directamente al responsable de seguridad del evento, del que dice que «no está capacitado para realizar estas funciones». Frente a la afirmación del Departamento de que los incidentes fueron fruto de un grupo reducido, Esan acusa a «500-1.000 impresentables que acudieron a Anoeta con el único fin de provocar altercados, tanto dentro como fuera del estadio».

Este sindicato muestra su disconformidad con el modelo anunciado en su toma de posesión por Beltrán de Heredia al quejarse de que «se primó dar una imagen, no sabemos de qué, de la Ertzaintza por encima de la seguridad». Entre otros detalles, asegura que a los ertzainas «se les impidió que portasen escudos antidisturbios» y «se les ordenó que `aguantasen hasta lo imposible antes de intervenir'».

El Sindicato Profesional de la Ertzaintza, SIPE, añade a todo ello que «se les ordenó actuar portando la gorra en lugar del correspondiente casco antidisturbios, poniendo en grave riesgo su integridad física, como ha quedado demostrado».

En el palco se encontraba el máximo responsable del Ejecutivo de Lakua, Iñigo Urkullu.

Barrio: «Espectáculo batasuno»

El parlamentario del PP Carmelo Barrio se apresuró a adelantar que pedirá la comparecencia de la consejera en el Parlamento. Vio en Anoeta un «indignante e intolerable akelarre radical, con consignas independentistas, antideportivas, contra la Ertzaintza, en unos incidentes de marcado carácter batasuno, que se inspiran en la kale borroka».

Indicó además a Urkullu que «no puede estar contento, con 14 ertzainas heridos», e instó al Departamento de Seguridad a abrir una investigación. Pero además Barrio aprovechó para llamar a la Federación Vasca, como organizadora, a que evalúe la situación, ya que «es intolerable un espectáculo batasuno con el dinero de todos».

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