Con una victoria muy ajustada (18-19), Biarritz hundió más todavía al Mont-de-Marsan en el pozo de la tabla del Top 14 y consiguió, de paso, la primera victoria en la era Rodríguez-Faugeron. El triunfo del conjunto lapurtarra se fraguó gracias al liderazgo y buen hacer del medio scrum Dimitri Yachvili.

Sin embargo, uno de los aspectos negativos que dejó entrever el Biarritz fue la poca entereza que demostró en los momen- tos decisivos del choque, especialmente en lo que se refiere al último tramo del partido. De atesorar una ventaja considerable con la que regular y gestionar un final medianamente plácido, el Biarritz se complicó notablemente la vida, hasta el punto de que pudo ser peor para sus intereses. Así, de un 12-19 que parecía dejar sentenciadas las cosas se pasó al inquietante marcador final, gracias a dos jugadas casi consecutivas del rival que fueron permitidas por los de Rodríguez-Faugeron.

Jean-Baptiste Claverie elevó dos cañonazos en tres minutos -el 72 y el 75-, el segundo nada menos que desde 53 metros, para alentar la esperanza de la grada local en una posible remontada y generar la inquietud entre el cuadro labortano. Con el 18-19 en el electrónico, los últimos cinco minutos fueron totalmente de los locales.

Finalmente, la reacción anfitriona no acabó por cuajar del todo y confirmó la mala racha que el Mont-de-Marsan lleva acumulada en su propio estadio. En concreto, desde el pasado 20 de mayo, que superó al Dax en las semifinales de la Pro D2, no vence en su cancha.