En sus últimas intervenciones antes de finalizar el año, tanto el lehendakari Iñigo Urkullu como la presidenta navarra Yolanda Barcina reconocían que el próximo año va a seguir siendo tan complejo o más que 2012. Las previsiones para este próximo año -que han vuelto a ser revisadas por enésima vez- apuntan a una caída del PIB del 1% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y del 0,9% en Nafarroa, según los últimos datos del Estudio de Coyuntura Económica de Caja Laboral-Iparkutxa, que augura crecimientos positivos para el último cuatrimestre.

La demanda interna se configura como la que peor comportamiento presentará en los próximos doce meses. Según las últimas predicciones de la Dirección de Economía y Planificación del Gobierno de Gasteiz, todos sus componentes se caracterizarán por tener tasas negativas de crecimiento. Así, el gasto en consumo en los hogares caerá un 0,9%, debido a las negativas perspectivas sobre la situación del mercado laboral y la pérdida de poder adquisitivo provocada por las medidas de austeridad. Y las administraciones públicas también contraerán su consumo para cumplir los objetivos de déficit.

En este contexto no hay que perder de vista que las exportaciones están bajando de forma preocupante en comparación con el Estado. Hasta setiembre, alcanzaba un 2,6% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y un 16% en Nafarroa, frente al aumento estatal del 3,7%.

Como consecuencia de ello, todas las ramas de actividad sufrirán tasas interanuales negativas. Así, se prevé que la industria vasca siga contrayéndose (-1,3%), aunque será el sector de la Construcción, con mucho, el que peor evolución presentará, con un desplome del 4,5%. Por último, se prevé que los servicios experimenten un ligero deterioro (-0,3%), aunque podría mejorar en el segundo semestre del año.

Mercado del trabajo

Todo ello conlleva que las variables del mercado de trabajo hayan sido revisadas también a la baja. Según el estudio de Caja Laboral-Iparkutxa, la tasa de desempleo prevista para 2013 se eleva al 16% en la CAV y al 16,5% en Nafarroa, aunque estas previsiones podrían volver a cambiar en el caso de que el Estado español solicite el rescate y de las condiciones que se impongan.

En medio de este panorama, tanto la administración autonómica de Gasteiz como la de Iruñea van a disponer de un presupuesto menguado para hacer frente a cada vez mayores necesidades sociales. En Nafarroa, por ejemplo, el Gobierno tendrá que cuadrar un gasto de 327 millones inferior al del ejercicio que ahora termina. En la CAV, el Ejecutivo de Gasteiz contará con 1.400 millones menos para el Presupuesto de 2013, si bien Urkullu aseguraba recientemente que ello «no va a condicionar los gastos del Gobierno vasco en los servicios esenciales y las políticas públicas sociales».

Está por ver cómo se materializan estas promesas, en vista de la trayectoria desarrollada por la formación jelkide a lo largo de este año tanto en el Parlamento de Gasteiz como en las instituciones forales, donde ha quedado en evidencia la conjunción de intereses con el PP a la hora de rechazar cualquier avance en políticas sociales o reformas fiscales más equitativas. La recaudación sigue cayendo y si no se toman medidas, la caída del 9% de Nafarroa de los primeros once meses del año puede extenderse irremediablemente a otros territorios.