2013, UN AÑO PARA LAS SOLUCIONES : KULTURA
¿Podrá la tecnología superar el estado de ánimo económico?
La tecnología dista mucho de ser un bien de primera necesidad, siquiera de segunda. Si la lavadora se rompe, la bañera es un buen lugar para dar unos cachiporrazos a los pantalones vaqueros tras un buen remojón. Si la aspiradora nos dice adiós una fresca mañana, siempre se podrá volver al paño o a los rodillos con mango. No creemos que las fresqueras regresen, pero siempre quedará la opción de las neveras portátiles si falla la empotrada. También comienzan a verse, de nuevo, centros de lavado, un éxito hace veinte años. ¿Y si falla la televisión? Ya se sabe que el sistema ha conseguido que reparar ciertas partes de un electrodoméstico salgan casi tan caras como adquirir uno nuevo, si no la cadena deja de producir y llegan los EREs.
¿Se puede prescindir de la televisión, ese gran centro de reuniones familiares sin comunicación entre los televidentes? Obviamente, las emisoras de radio siguen ofreciendo una programación más interesante (salvo numerosas excepciones que ya no se sabe si lo son o han pasado a ser la minoría) que la oferta televisiva, pero se intuye que por ahí no van las apetencias ni el destino de los usuarios, que parece prefieren el entretenimiento frente al conocimiento. En televisión, lo que ya está aquí y se reafirmará en el futuro inmediato, es la televisión inteligente, que bien parecen términos enfrentados. Comprar plasma es cada vez menos oportuno, ofrecen colores naturales, buena definición, pero son caras, consumen bastante y son de vida útil un poco más corta que las otras opciones. Los paneles deben ser LCD, ya en desuso, o, preferentemente, LED. La denominación LED TV indica que la iluminación posterior llega mediante LED, en lugar de lámparas fluorescentes. Con esto se consigue un menor grosor de pantalla, mejores negros y bajar el consumo. No obstante, lo que llega es OLED, mínimo grosor, no necesita retroiluminación, y aún menor consumo eléctrico. Convendría que fuese Full HD 1080p, no HD Ready. Una opción más ambiciosa y de futuro es que se pueda conectar a internet y que cuente con un sistema operativo preinstalado que nos ofrezca múltiples opciones. Si incorpora conectividad DLNA, aún mejor.
Abandonado el salón de casa, comienza el mundo de la cacharrería, donde las multinacionales están apostando fuerte. El negocio más evidente es el de los teléfonos inteligentes y las tabletas, sin obviar las cámaras compactas, aunque cada vez más asfixiadas por la capacidad fotográfica de los teléfonos. En este terreno hay que hablar de Apple, con su IPhone, su Ipad y su tableta. Pero la competencia es cada día mayor, si bien un clásico como Nokia anda al garete, Sony y Samsung son dos colosos de consideración. El Galaxy III le está reventando las venas y la paciencia a Apple, que anda de litigio en litigio con la empresa coreana. Pero no puede con su ascenso. Para marzo se espera el Galaxy S4 y todo indica que superará en muchas prestaciones al iPhone, que a su vez tendrá para verano su 5s.
En cuestión de tabletas la lucha es también de mordisco a la vena femoral. Aquí Google y Microsoft, entre otros, no quieren dejarle paso libre a Apple y ambos gigantes van a apostar muy fuertes. Microsoft además añade la aparición de Windows 8, aplicable a las tabletas. 8, según la fuente que se consulte, no ha generado las expectativas, pero según Microsoft, sí. Lo que parece es que no invita a pasar, de momento, de la versión 7 a la 8. En este aspecto, a Apple tampoco le han ido bien las cosas con su Mountain Lion, ya que no ha habido una migración cuantiosa desde Lion.
La tecnología táctil (Apple perdió hace unos días un juicio por patentes: no es suyo el derecho a realizar zoom con los dedos), el 3D, los juegos... Vuelven a ser piezas del mañana.