Carlos GIL | Analista cultural
Justicia
Por eso, y como deseo general para el año que nos viene, en vez de suerte, voy a desear a todos algo mucho más adecuado y tangible: justicia. Sí, un buen trabajo de creación, en cualquiera de las artes escénicas o visuales, no necesita de suerte, sino de juicios críticos justos, de ayudas adecuadas a su valor real, de llegar a las salas de exhibición, de tener el reconocimiento social, de lograr la difusión resultante de su importancia en los medios de comunicación y, por todo ello, conseguir el respaldo de los públicos.
Si no cambiamos un poco el concepto seguirán considerándose azarosos los procesos de escritura o de composición. Los sacrificados ensayos de una bailarina, un actor, una violinista o los bocetos de una escultura o un cuadro conceptual se considerarán cosas que se hacen «porque te gusta», y no una labor fundamental para conseguir el cuadro, la novela, la coreografía o la obra final. Tiramos de refranero: «la suerte de la fea la guapa la desea», pero nosotros feos y guapas, esbeltos o chaparritas, queremos justicia cultural. Buen y justo año.