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Ainara Lertxundi I Periodista

Dos vidas reflejo de un viejo conflicto

Dde monja y directora del prestigioso colegio Marymount de Bogotá a integrar las filas del ELN como guerrillera. Leonor Esguerra ha decidido plasmar en un libro su azarosa vida, exponente del conflicto que ha marcado el pasado y presente de Colombia.

Un artículo publicado en 1968 en el diario «El Tiempo», uno de los más influyentes, la catapultó como la «monja marxista». Su delito fue abrir un colegio para niñas con escasos recursos y confiar su educación a un grupo de profesores de ideología marxista. El escándalo opacó incluso la visita que ese año hizo a la capital el papa Pablo VI. Aquella desmedida reacción mediática y la cercanía con sacerdotes como Domingo Laín y Manuel Pérez que «abrazaban la lucha armada desde el cristianismo», la llevaron a colgar los hábitos y a unirse al ELN, cuyo comandante y compañero sentimental en esa época la mandó a fusilar. Ella justifica aquella decisión porque «si uno cometía un error había que pagarlo con la vida. Y yo estaba dispuesta a pagarlo», afirma. No se lamenta de nada, pese a que en una entrevista concedida hace un año a la periodista María Jimena Duzán, admite que «han sido tantos años de espanto que todos se han degradado. No hay ni buenos ni malos».

Duzán también ha vivido en carne propia el conflicto, aunque desde otra óptica. El paramilitarismo le costó la vida a su hermana y a ella la obligó a huir después de que grupos vinculados con el narcotráfico colocaran una bomba en la sede del periódico «El Espectador» donde trabajaba.

Ahora ha vuelto a reeditar el libro «Crónicas que matan», escrito desde su exilio en Estados Unidos, con la idea de que «los políticos revisen la historia para que cambien ellos». Se pregunta si «los partidos están de acuerdo en hacer lo mismo que les piden a las FARC: desmovilizarse y sacar ese pie que todos tienen en la ilegalidad».

2013 puede brindar a los colombianos la oportunidad de construir un país alejado de esa «ilegalidad». Pero para lograrlo deberán cesar las hotilidades de todo tipo, incluidos bombardeos como el del lunes pasado.

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