Cuando uno no da con la inspiración, mejor ir a lo seguro. Y eso es lo que les pasó ayer tarde en el Astelena eibartarra a los favoritos Martínez de Irujo y Zabala. No terminaban de meterse en un adverso duelo ante un notable Titín y el mayor de los Merino -que sustituyó a su hermano por problemas musculares en el muslo derecho- y decidieron jugar a no fallar. La táctica fue, con 18-13 abajo, la de cargar atrás sobre la mano del serio zaguero riojano y un parcial de 9-1 les aupó con mucho sufrimiento y dosis de pragmatismo hasta el cartón 22, para así sumar su segundo punto en la competición del Parejas. Los vigentes campeones no supieron rematar una faena que tenían en la mano.

Asumía en los prolegómenos del partido Martínez de Irujo que «somos los favoritos, pero tenemos que demostrarlo en la cancha». Es pronto para mirar a la clasificación, pero ese segundo punto era muy goloso, del mismo modo que para la pareja riojana la victoria se antojaba aun más necesaria tras sumar una derrota en su casillero. Y esa necesidad hizo que los rojos entraran mejor, ante un Irujo que no terminaba de cerrar los tantos y que dejaba algún que otro regalo. El equilibrado 4-4 inicial del marcador se repitió en el 10-10, y como antes, Titín, mandón delante, y Merino, a buen nivel atrás, siguieron marcando el ritmo, siempre por delante y rompiendo quinielas.

Lograron escaparse hasta el 15-10, también situarse en un optimista 13-18 tras dos fallos consecutivos del novel Zabala, pero ahí se acabó su partido. Hicieron uno más y se plantaron. Titín podía casi siempre con Irujo, Merino respondía atrás pero fallaba en esos momentos clave para el despegue definitivo, y todo cambió a partir del segundo descanso solicitado por los azulones. De ese 13-18 se pasó a un 19-19. «No salían las cosas y hemos decidido ir a no fallar y jugar atrás, y nos ha funcionado», reconocía luego el de Ibero. Un parcial de 6-1 a su favor propició el primer tiempo muerto de los colorados. Merino, se volvía ahora irregular. A la vuelta, Titín la mandaba a la chapa entre lamentos, una pelota se le iba al ancho a su zaguero, y el delantero de Tricio, con enormes tantos en el partido, fallaba en la última y decisiva jugada. El triunfo se les había ido de las manos. «Esto es el campeonato. Sufriendo hemos sacado el partido», asentía un Irujo ahora líder, pero al que nunca se le vio metido en el choque y nunca pudo con Titín: Nueve tantos del riojano por tres del vizcaino. Pero los 9 fallos de Merino pesaron al final. El domingo, de nuevo en Eibar, les aguardan Bengoetxea VI y Beroiz, en lo que se presume un duelo para marcar terreno.