La plantilla de Corrugados vuelve al trabajo para abrir una fase de negociación
Los trabajadores de Corrugados Azpeitia anunciaron ayer su decisión de suspender la huelga indefinida que mantenían desde hace seis meses y abrir una nueva fase de negociación encaminada a solucionar el conflicto. Mañana a las 8.00 acudirán a sus puestos de trabajo.
Joseba SALBADOR | AZPEITIA
El comité de empresa de Corrugados Azpeitia, arropado por un numeroso grupo de trabajadores, compareció ayer públicamente para dar a conocer su decisión de volver mañana al trabajo como muestra de voluntad para alcanzar un acuerdo con la dirección del Grupo Gallardo, aunque advirtió de que si transcurrido un plazo razonable no se alcanzara ningún acuerdo, «saldremos de nuevo a la calle».
Los representantes del comité Esteban Campos e Imanol Arrojeria explicaron que la decisión se ha adoptado como consecuencia de los resultados que ha proporcionado la lucha mantenida durante estos seis meses y el «apoyo jurídico» recibido en las últimas semanas, después de que el TSJPV declarara nulos los 60 despidos que la dirección pretendía llevar adelante y de que un juzgado de Donostia anulase la pretensión de la empresa de reducir un 35% el salario e incrementar en 49 horas la jornada anual.
Campos y Arrojeria resaltaron que estas sentencias dejan en evidencia la «falta de voluntad» de la empresa para negociar y demuestran que «por el camino de la imposición no hay solución. A los problemas existentes hay que darles solución mediante la negociación y nosotros estamos dispuestos a ello», dijeron.
En este sentido, hicieron pública su propuesta para la negociación, que recoge como puntos principales que los despidos tengan que ser voluntarios y que el Grupo Gallardo asegure el futuro de la empresa aportando carga de trabajo.
A juicio de los miembros del comité, si la empresa tuviera problemas económicos «tendríamos que valorarlos, pero lo que no podemos es aceptar ninguna imposición y que se convierta a los trabajadores en responsables únicos de la situación haciéndoles pagar con la pérdida de derechos y despidos, mientras Gallardo sigue sin adquirir ningún compromiso». Tras subrayar que la viabilidad de la empresa «no se puede basar en despidos y robo de derechos», hicieron un emplazamiento a la dirección a «tomar decisiones y mostrar voluntad real» de solucionar el problema.
Por último agradecieron a la plantilla el apoyo otorgado en todo momento al comité y manifestaron que «con nuestra lucha hemos hecho frente a la reforma, hemos hecho frente a la imposición y estamos orgullosos de ello».
El comité hizo pública su propuesta para la negociación, que recoge como puntos principales que los despidos tengan que ser voluntarios y que el Grupo Gallardo asegure el futuro de la empresa aportando carga de trabajo.