El arreglo a medias logrado por republicanos y demócratas para soslayar el abismo fiscal encandiló a todas las bolsas del mundo. Los inversores quisieron pasar por alto que tan solo se ha superado el obstáculo referido a las subidas de impuestos y que todavía quedan dos meses de incertidumbres para fijar los recortes sociales. En el Estado español, la reacción de la prima de riesgo fue inmediata, y desde la apertura se fue hacia abajo con fuerza hasta acabar en los 359 puntos. Además de esta gran noticia, los inversores volvían a disponer de datos contradictorios sobre la evolución de la economía en Estados Unidos. La actividad manufacturera, de acuerdo al índice ISM, regresó a la zona de expansión al colocarse en los 50,7 puntos. Sin embargo, el gasto en construcción deslució el cuadro macroeconómico del día al sufrir un descenso del 0,3% en noviembre, frente al avance estimado del 0,6%. Pese a este pequeño borrón, la fiesta fue completa a ambos lados del Atlántico. El Ibex saltó un 3,43%, hasta los 8.447,60 puntos. El entusiasmo no decayó tampoco en París (+2,55%), Londres (+2,20%) y Fráncfort (+2,19%). Los mejores del Ibex fueron Bankinter (+8,60%), Mapfre (+7,95%), IAG (+6,91%) y Mediaset (+6,15%). Hasta 16 valores, entre ellos BBVA y Repsol, se apuntaron más de un 4%. Por su parte, Viscofan, que sustituyó ayer a Gamesa (+9,46%) en el índice, se estrenó con una caída del 3,90%. En París, despuntaron los saltos de Société Générale (+5,33%), ArcelorMittal (+4,45%), BNP Paribas (+4,40%) y Crédit Agricole (+4,37%) mientras que solo Renault (-0,29%) terminó con pérdidas.