En los Estados Unidos pocas mujeres han hecho tanto por la igualdad de sexos como la cineasta Kathryn Bigelow, que es la primera mujer de la historia en ganar un Óscar por la Mejor Dirección con «En tierra hostil». Y no ha llegado tan lejos gracias a sus discursos feministas, sino simplemente superando a los hombres en su propio terreno, ya que ha sido reconocida como la reina indiscutible del cine de acción.

Podría quedar la duda de que su influencia dentro del género no haya servido para acabar con su machismo intrínseco, pero en «La noche más oscura» da un paso más al descubrir al mundo que detrás de la operación estratégica más importante de los últimos tiempos estuvo una mujer. Jessica Chastain pone su imagen a la agente de la CIA que dirigió el operativo, y cuya identidad permanece en secreto. Los más escépticos no tienen porqué creerse que una mujer tan joven desempeñara una función tan vital, pero al guionista Mark Boal se le ha acusado, precisamente, de poseer información privilegiada.

Los conservadores montaron en cólera al enterarse de que Boal tenía acceso a archivos clasificados e intentaron parar la producción de «Zero Dark Thirty», ya que deja en evidencia a Bush, bajo cuya administración no se dió una a derechas, tampoco en la persecución a los presuntos responsables de los ataques del 11-S.

Boal y Bigelow partieron del estudio de la batalla de Tora Bora en Afganistán, comprobando que entonces se siguió una pista falsa sobre la creencia de que Bin Laden se escondía en las montañas, y que allí se encontraba el refugio de Al Qaeda. En cambio, con la llegada de Obama y su sistema de espionaje aéreo con «drones», la teoría de la protagonista de esta historia empezó a ser tenida en cuenta. Ella estaba convencida de que el hombre más buscado por los EEUU se escondía en alguna zona urbana, comunicándose mediante mensajeros.