El PSN arranca el presente año con la misma postura ambigua con la que cerró el anterior. Su discurso formal contra el Gobierno de Yolanda Barcina es sumamente duro y mantiene la acusación de que oculta el verdadero estado de las cuentas, pero se desinfla en cuanto se le pide una alternativa. A preguntas de los periodistas, Roberto Jiménez, no quiso «valorar» la posibilidad de que 2013 sea un año electoral en Nafarroa. Aseguró que no quiere entrar en «tactismos políticos» y que, a pesar de ser un partido político, su intención final no es formar gobierno. Las elecciones, por tanto, no «quitan el sueño» al líder del PSN.

Jiménez centró su rueda de prensa en torno a su anuncio de que llevará una iniciativa al Parlamento, para que Nafarroa pida a Madrid que relaje el objetivo de gasto del 0,7% en 2013. Una petición que luego fue refrendada desde UPN, por boca de la consejera de Economía, Lourdes Goicoechea. Pese a este anuncio, las dudas en torno a la gestión de CAN centraron el interés de los periodistas.

Jiménez aseguró desconocer que José Antonio Asiáin fue denunciado por UPyD por estafa en la salida a bolsa de CAN. El líder del PSN trató de quitar hierro al asunto, asegurando que Asiáin no es un cargo político y que, aunque fuera vicepresidente con Gabriel Urralburu, es «uno de tantos» antiguos miembros del PSN. Asimismo, aseguró que no existen voces discrepantes en torno a la CAN dentro del partido, pese a las acusaciones de hermetismo vertidas por Juan Moscoso y Amanda Acedo, criticando su oposición a que se investigue lo acontecido en la caja.

Ayer fue un día de valoraciones políticas, tanto del pasado año, como de lo que acontecerá en 2013. Fuerzas como Aralar, Izquierda-Ezkerra o Geroa Bai coinciden en que UPN está pasando por un momento crítico y creen que es hora de actuar.

Desde I-E, llamaron a una «rebelión ciudadana» que acabe con el «austericidio» impuesto. Aseguran que Barcina gobierna desde un «fraude democrático» y que es hora de que la ciudadanía tenga de nuevo la posibilidad de acudir a las urnas.

Aralar, por su parte, considera que el 2012 «ha sido el peor en términos políticos de la era UPN». Txentxo Jiménez afirmó que la política de UPN ha supuesto un retroceso de diez años tanto en servicios públicos como en actividad económica. Estos malos datos, a su juicio, evidencian que «el ciclo de UPN se está agotando». Además, Patxi Zabaleta colocó la pelota en el tejado del PSN, a quien urgió a dar un giro de 180 grados en torno a asuntos como la CAN o la reforma fiscal.

De otra parte, Manu Ayerdi, líder del Napar Buru Batzar y parlamentario de Geroa Bai, dijo que «este año se ha cerrado con una reforma fiscal que se queda corta, con unos datos de paro que se hacen insostenibles y con una situación de crispación social que evidencia la necesidad de políticas económicas y sociales urgentes de otra índole». Ayerdi también apuntó que UPN está débil y acusa un desgaste evidente, por lo que «ya no es garantía de un futuro mejor y reactivación».

El único partido que no comparte esta línea de pensamiento es el PPN. El eurodiputado Pablo Zalba centró su discurso en hablar de macroeconomía y en insistir en que lo prioritario es que el déficit del Estado baje a buen ritmo. En este sentido, confió en que el segundo semestre del año próximo traiga al fin la recuperación económica.