Estados Unidos y Nueva Zelanda realizaron durante la Segunda Guerra Mundial pruebas secretas de una bomba diseñada para causar un gran tsunami capaz de inundar las zonas costeras, según informó ayer la prensa australiana. Estas actividades han sido reveladas por el autor neozelandés Ray Waru, tras descubrirlas cuando examinaba documentos en el archivo militar de Nueva Zelanda. Waru dijo, en una entrevista con la emisora ABC, que las cerca de 4.000 pruebas efectuadas en la península de Wanngaparaoa desde 1944, demostraron que la bomba era un arma viable y llegó a tener potencia suficiente para causar una ola de «10 a 12 metros de altura».