La siguiente frase ha sido escrita, tal cual, esta semana en Twitter: «Laura Mintegi (ETA) busca interlocutor en el Gobierno de España para la.banda. Propongo al General Galindo Díselo al Ministro». Apareció publicada el jueves en la cuenta del miembro de UPyD Nicolás Gutiérrez. Si es que alguien no le ha usurpado la personalidad y ha abierto una cuenta con su nombre. Si así fuera, Niko -que es como se presenta ante sus seguidores- ya está tardando en denunciarlo.

Porque es difícil escribir en tan pocos caracteres una frase, además de legalmente injuriosa, tan apologética del terrorismo de Estado. Para los muy despistados, Enrique Rodríguez Galindo es uno de los protagonistas de la historia más negra de este país. Condenado a 71 años de cárcel por el secuestro y asesinato de los tolosarras Joxean Lasa y Joxi Zabala, desde su fortificación de Intxaurrondo desplegó a sus matarifes para que sembraran el terror allá por donde pudieran. Y bajo el estandarte de Mr. X y sus cuatreros, pudieron mucho. Muchísimo.

¡Buf! Le va a caer la del pulpo, pensé, mientras me recostaba esperando ver cómo al exedil de Ugao se le venía encima la acción firme del delegado del Gobierno, de la Fiscalía y de asociaciones de todo pelaje. Pero, ¡qué va! Aún no le han empurado.

Y que conste que uno no quiere pasar por acusica. En EGB se aprendía que no hay nada peor que un chivato. Pero como la Fiscalía investiga la concesión de la Medalla al Mérito Ciudadano de Donostia a Txillardegi; como once gasteiztarras han sido acusados de «enaltecimiento» por participar en una kalejira; y como al director de este periódico le imputan porque seis vecinos de Bilbo quisieron publicar un artículo, pues es lógico que se formen ciertas expectativas.

Ciudadano crítico, resistente y amante de la libertad. Así se define Gutiérrez. Y su partido se llama Unión, Progreso y Democracia. Demócratas y progresistas. Por eso pide el voto para ellos Ynestrillas, otro progresista y demócrata de toda la vida. Como Galindo, quien, por cierto, pasea sus medallas con total libertad desde hace muchos años.

Esta semana quería escribir del abismo fiscal de EEUU, pero uno se enciende, se enciende, y se le acaba la columna. Así que quien quiera conocer mi opinión al respecto, que me busque el sábado en Bilbo. Los demócratas de verdad estaremos allí.