ATHLETIC 1

ARSENAL LADYES 0

«Increibles las sensaciones vividas hoy. Somos grandes, Somos @AthleticClub», escribía después del partido de ayer en su Twitter la rojiblanca Erika Vázquez, una de las destacadas del encuentro vivido en San Mamés a mediodía, en el que el Athletic femenino se impuso con merecimiento merced a un solitario gol de penalti al Arsenal Ladyes, un referente del fútbol inglés, campeón de la Champions en 2007 y actual cuartofinalista de la misma competición.

Partido recordatorio del décimo aniversario de la creación del equipo femenino rojiblanco y aplausos iniciales merecidos en los prolegómenos del choque para aquellas leonas que en su debut conquistaron su primer título. Fiesta sobre el césped en una soleada mañana, fiesta en las gradas con multitud de entregados niños y niñas -algunas de las cuales seguro que mañana serán también leonas- y un triunfo de campanillas para las de Juan Luis Fuentes, líderes en su campeonato doméstico y que ayer fueron arropadas y reconocidas por esa afición más joven que arrastró a sus aitas y amas a, también por qué no, despedirse de la vieja Catedral.

Un poderoso rival enfrente ante el que el Athletic solo se amilanó en los primeros veinte minutos de partido, en los que las londinenses fueron dueñas absolutas de la pelota, con buen manejo, muchos apoyos en corto y mayor presencia física, aunque carentes de profundidad. Nekane tuvo el gol a los segundos del pitido inicial, pero se adelantó la pelota en exceso. La réplica la dio a los siete minutos la goleadora Kelly Smith pero Ainhoa anduvo lista. Y mucho más lo estaría al minuto 24 cuando un peligroso cabezazo abajo de Houhgton lo sacó a una mano a córner. Enorme. La contrarréplica, otra vez Nekane, sola, veía como Byrne le sacaba un gol cantado. Y con el juego más equilibrado, penalti sobre una incansable Erika que la central Orueta, magistral todo el partido primero en defensa y luego en ataque, transformó en el 1-0. Era el minuto 42 y el marcador ya no se movería.

En la segunda mitad se esperaba el arreón de las gunners, pero fue el Athletic el que mejor se adaptó al partido, supo sostener su ventaja y fue el que dispuso de mejores ocasiones, como un cabezazo de Orueta al saque de un córner o un nuevo penalti sobre el Arsenal que esta vez marró la capitana Iraia.

Las inglesas solo dieron muestras de peligro en los compases finales del choque, guiadas por su jugadora de refresco Nobbs, con las rojiblancas ya cansadas, intentando cobrar mayor ventaja a las contras, pero muy bien asentadas sobre el verde a pesar del carrusel de cambios, entre ellos, el de la veterena Tzibi Juaristi, muy aplaudida al saltar en el minuto 81, que volvía a jugar casi un año después de romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en febrero en el calentamiento de un partido de liga.

Pitido final, aluvión de aplausos que fueron devueltos primero por unas rojiblancas exultantes y felices a las que les costó y mucho abandonar el césped, y unas inglesas, luego, que agradecieron desde el verde la calidez de la afición bilbaina. Resultado, partido y fiesta redondos -ni faltó el baile del ``Gangnam Style`«- para culminar una feliz iniciativa de los rectores de Ibaigane, la cual, como los encuentros juveniles de la NextGen Series, refuerzan el idilio de los más jóvenes con el Athletic.