En peligro de extinción
Iratxe FRESNEDA | Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual
Hace unos días me contaron que la dichosa marca de ropa que reivindica la desigualdad ocupaba el espacio de otra librería de Bilbao. Triste, muy triste. Tenía dos plantas, una pequeña cafetería y de vez en cuando pasaba buenos ratos enredando entre sus libros de cine, arquitectura... Allí me hice con algunas, para mí, joyas de la editorial Taschen. Y allí también comenzó un recorrido devoto por las ediciones delicadas, elegantes, bien impresas. Hacer libros es un arte y el arte de Taschen le debe la vida a los restos de una edición inglesa de una obra sobre René Magritte que adquirió un joven de Colonia. Ese joven se llamaba Benedikt Taschen.
Taschen pasó de abrir una tienda de cómics a editar sus propios libros allá por los ochenta del siglo veinte. Ahora publica en más de veinte idiomas y distribuye sus ejemplares por todo el mundo. Como dice un buen amigo «Taschen reivindica la sensibilidad estética en estos tiempos en los que tanto se priman los conocimientos técnicos». Puede ser, y añado que esa sensibilidad estética necesita espacios para su desarrollo y su difusión además de «disfrutadores». Pero esos lugares no abundan. Aquella librería de Bilbao ha quedado reducida a algo que en nada se le parece, en una calle anexa. Y aún así, tras descubrir su nueva ubicación, nada más entrar, en una de sus estanterías me topé con dos pequeñas joyas: un ejemplar sobre Cine de Terror y otro sobre Cine Negro publicadas por Taschen. Supongo que serían los restos del naufragio. No me gusta imaginar un mundo en el que no pueda tener un libro en mis manos, uno de papel, no importa si usado, nuevo, garabateado o dedicado. Llámenme nostálgica.