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Lagun Aro GBC se lleva una terrible paliza del Palau Blaugrana

Jugando así, a la LEB Oro de cabeza

El conjunto donostiarra realizó un partido triste. Salió derrotado de antemano, refrendado por un bochornoso primer parcial de 30-13.

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Arnaitz GORRITI

Lo fácil, después del espectáculo tan bochornoso como el de ayer, es hacer leña del árbol caído, decir que los jugadores del actual Lagun Aro GBC no valen para nada y que Sito Alonso tampoco luce tanto si no tiene a un Sergi Vidal o a un Andy Panko que llevarse a la boca. Lo fácil es despellejar a Gipuzkoa Basket por una planificación realizada casi contra el reloj, con menos dinero del esperado -y sin gastarlo del todo, para más inri-, y sin conseguir nuevos recursos mientras otros clubes lloran menos y demuestran mayor capacidad para amoldarse a las contingencias económicas.

Los partidos como ayer parecen dar permiso para que se abran los aliviaderos y cada cual suelte su cuota de frustración, ya que no hallará más que el resignado silencio por respuesta. Pero eso no arreglará nada de un Gipuzkoa Basket que bastantes problemas tiene con encontrarse de una vez a sí mismo para así pelear por su supervivencia en la Liga ACB Endesa. Obviamente, la imagen ofrecida ayer en el Palau Blaugrana no se puede repetir -debiera ser ilegal-, pero para echar reprimendas ya están el propio Sito Alonso y los demás miembros del club donostiarra. Desde estas humildes páginas, lo único que toca es subrayar que jugando así, Gipuzkoa Basket caerá a la LEB Oro de cabeza, y con todos los honores, pero que quien ha visto jugar a este equipo sabe que tiene más baloncesto dentro. Mucho más. Y que tiene que salir a flote de una vez.

Nada que salvar

Los hombres de Sito Alonso deambularon por el Palau Blaugrana. Antes de parpadear, los donostiarras caían por 18-4, y el duelo estaba ya finiquitado con el 30-13 del final del primer cuarto. Si la idea del técnico donostiarra era «ganar cada una de las acciones», esta había fracasado por completo, entre otras cosas porque los suyos no creían en lo que hacían.

Y así fue hasta el final. Quizá pudieran salvarse varios minutos del segundo cuarto, o algunas jugadas de Raúl Neto o Dani Díez o Salgado, más por amor propio que por convencimiento en una remontada imposible. El Barcelona jugaba con sus menos habituales, y la sangría aumentaba por igual, más aún después de un parcial de 27-10 del tercer cuarto, gracias a la «pájara nuestra de cada día» de Gipuzkoa Basket. Sada jugaba sus mejores minutos de la campaña, mientras que Jasikevicius daba un clínic sobre penetraciones y paradas a media distancia, o pases a los bloqueadores que continuaban hacia dentro. Navarro y Lorbek, después de contribuir en el primer golpe, disfrutaban mirando el partido sentados en el banquillo, mientras que Tomic, Mickeal y Jawai ejercían la intendencia para que a los de Sito Alonso no se les ocurriera reaccionar. Para su alegría, ni se les pasó por la cabeza, hasta el punto que la primera canasta donostiarra del tercer período llegó a los cinco minutos y medio, con un canastón por detrás del tablero de Salgado.

Ya en los últimos minutos, Todorovic, Abrines y Rabaseda salieron para acabar de cumplir el expediente, igual que Julen Olaizola. Con todo, toca agradecer la misericordia de los culés, que no se empeñaron en hacer el «indómito» en la última jugada. Mañana será otro día.

 
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Sito Alonso: «Los jugadores deberán dar un paso adelante alguna vez»

Es de agradecer que Sito Alonso llame a las cosas por su nombre, por mucho que le duela hacerlo. «Me ha dado la sensación de que el equipo saldrá de esta situación jugando solo ante rivales que ellos piensan que son de su nivel. Esto limita las opciones para competir contra un equipo como el Barcelona. En segundo lugar, lamento que cualquier aficionado de Gipuzkoa Basket haya visto que el equipo no ha dado el nivel, y por eso le pido disculpas», declaró.

Sito Alonso resumió la actuación de sus jugadores con un simple «el equipo no ha estado preparado para afrontar el partido. No ya contra el Barcelona, sino contra cualquier otro. Si eres inferior que el rival en varias cosas, tienes que ser mejor en todas las demás. No puedes controlar tu acierto y tu calidad es la que hay. Pero si tienes cosas en las que tienes que ser mejor, como es la lucha, la entrega, el seguimiento de un plan de trabajo... y las pierdes en los tres primeros minutos, ya no tienes opción», recalcaba.

En la sala de prensa, Sito Alonso fue cuestionado sobre su lenguaje corporal durante el partido: mucho menos activo que de costumbre, sentado o de pie con las manos en los bolsillos. A esta pregunta, el técnico de Monzón subrayaba que «con todo el respeto a su profesión, la función del entrenador no puede ser el de una cheerleader. Yo no soy un animador; ellos deberán dar un paso adelante alguna vez. Planteo el partido y trabajo día a día para que las cosas salgan, y nunca abandono a mi equipo, pero eso no significa que tenga que estar animando todo el rato. Para conseguir las cosas, tiene que luchar cada uno individualmente», recordó.

A. G.

números

En valoración, 131 contra 22; en rebotes, 41 a 21; en asistencias, 19 a 7; en triples, 44% contra un triste 8%; solo Raúl Neto superó los 10 tantos en Gipuzkoa Basket mientras que 7 culés llegaban a la decena. Los 48 puntos de renta explicados en fríos y tristes números.

nulo espectáculo

Los escasos 2.398 espectadores que se acercaron al Palau Blaugrana difícilmente saciaron su sed de basket. La mayoría de la afición culé «peregrinó» a Hospitalet para disfrutar del torneo junior que se celebra cada mes de enero.

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