Curas vizcainos instan a Iceta a respetar la «pluralidad política»
Las relaciones entre buena parte de la curia vizcaina y su obispo continúan siendo tensas. En ese contexto, las declaraciones del deán de la catedral de Bilbo, muy vinculado a Mario Iceta, contra el delegado de Pastoral Social, José María Delclaux, no han hecho sino enrarecerlas aún más. El Foro de Curas se ha dirigido en una carta pública a él para instarle a pronunciarse sobre la «legítima pluralidad política que ha de respetar la Iglesia» y, en su caso, promoverla.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
A nadie en la comunidad diocesana vizcaina se le escapa el perfil conservador del obispo, Mario Iceta, en torno al cual se ha articulado un movimiento de apoyo dentro y fuera de la diócesis que persigue al discrepante. Por minoritarias que son esas opiniones en la Iglesia local, sus apoyos mediáticos ayudan a ensalzar esas posiciones extremas en lo ideológico que luchan por imponerse en el discurso oficial y restan matices a su mensaje tradicional.
En ese contexto, a principios de diciembre, el deán de la catedral de Santiago, Luis Alberto Loyo, arremetió contra el delegado de Pastoral Social, José María Delclaux, quien en una publicación de Gesto por la Paz manifestó que «las víctimas -en referencia a las de ETA- no pueden, no deben hacer política con su victimismo. Además, se hacen un flaco favor. Hace muchos años hubo un señor, llamado Jesús de Nazaret, que deslegitimó la ley del ojo por ojo y diente por diente, que no resuelve los problemas de conflictividad humana, sino que los cronifica».
Loyo, habitual en medios digitales de corte ultra español, le respondió. Defendió que esas víctimas «tienen, por lo menos, el mismo derecho a intervenir en política como de facto lo hacen aquellos que siempre han estado al lado de los criminales». En esa línea argumental, el párroco bilbaino añadió que «es una situación de locos. Los verdugos y criminales se pueden sentar en el Parlamento, dar conferencias, mítines y escribir sus panfletos propagandistas, y las víctimas han de estar tranquilitas y sin rechistar».
La víspera del día de los Inocentes, el prelado se descolgó con unas declaraciones a Efe, en las que trató de limar asperezas sobre esa agria controversia diciendo que «el obispo es padre, hermano y amigo de sus sacerdotes, y así lo quiero ser de mis sacerdotes y los dos son dignos de mi estima y confianza».
«Cuando dos hermanos discrepan, el padre debe procurar que hablen entre sí, expongan sus puntos de vista y sus posibles discrepancias y, a partir del Evangelio, retomen juntos el camino y vivan la comunión por encima de todo. Me consta que así lo han hecho. Las discrepancias que pueda haber han de ser gestionadas con conocimiento, respeto, discreción y caridad, sin causar desconcierto en la comunidad diocesana y mucho menos en la plaza pública», concluyó el obispo de Bilbo.
Ahora, en una carta abierta fechada la semana pasada, la Comisión Permanente del Foro de Curas de Bizkaia emplaza a Mario Iceta a que inste al deán a pedir públicamente perdón a José María Delclaux y a la Cámara autonómica, en la que dijo sin rubor «los verdugos y los criminales se pueden sentar». Critican que el prelado trate de «colocarse por encima del bien y del mal» en la polémica, al tiempo que no ocultan su sorpresa por la «nula sensibilidad para ponerse del lado de quien ha sido pública e injustamente ofendido y vilipendiado».
Pedir perdón al Parlamento
No pasan por alto que el propio Loyo reconoció su error y pidió perdón a Delclaux en privado. No hizo lo mismo con los parlamentarios en Gasteiz.
«Es una retractación -apuntan desde del Foro- que, además de urgente y necesaria en un cristiano y en un sacerdote, puede acabar siendo ineludible en una sociedad como la nuestra en la que todos los ciudadanos e instituciones tienen el derecho a ser respetados en su honor y dignidad mientras no se demuestre lo contrario o mientras no haya una sentencia judicial en firme».
De ahí que su Comisión Permanente le pregunte a Mario Iceta sobre «su parecer sobre la legítima pluralidad política que ha de respetar -en su opinión- la Iglesia» y, en su caso, promover «cuando se pretende articular la unidad y la singularidad». No pasan por alto que esa línea pastoral defendida por anteriores prelados colisiona con la declaración de octubre de la Conferencia Episcopal Española cuando denunció la «desintegración unilateral de la unidad».
La Comisión Permanente del Foro de Curas de Bizkaia lamenta que el obispo, Mario Iceta, haya aplazado «hasta febrero» cualquier encuentro con sus representantes, a pesar de que se lo llevan solicitando de forma insistente y pública.
«Agradeceríamos una palabra suya sobre la fuerza sanadora y reconciliadora de pedir perdón publicamente a las víctimas y sobre los riesgos que acechan a las personas y colectivos que hacen de la Ley del Talión el criterio primero y último de actuación política».
A escasas semanas de que se cumpla el primer aniversario de que el Consejo Presbiterial aprobase la creación de una Comisión Diocesana de Paz y Reconciliación, cuyo acuerdo resultó vinculante como recordó aquel 30 de enero de 2012 el propio obispo, se demandan de Mario Iceta gestos públicos en ese camino.
Lamentan la «ciaboga en el discurso episcopal» en este año, pues ahora el obispo estima primordial que se conozca la reflexión que efectúa el Consejo Pastoral Diocesano, y esta no se conocerá «antes del verano». Los críticos con la actitud de Iceta reclaman pasos, convocando nuevas iniciativas para apuntalar el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria, alentando «la cultura de la paz».
Acusan al obispo de jugar «al equilibrio», sin entrar a dar pasos en la reconciliación. En al menos dos mensajes dirigidos a la máxima autoridad en la diócesis, los curas vizcainos rememoran que en aquella votación de los 31 miembros del Consejo Presbiterial, veintitres votaron a favor de la resolución que Iceta no acaba de llevar a la práctica, seis fueron en blanco, además de uno negativo y otro nulo.
«Pretender refugiarse en que el Consejo Pastoral Diocesano está incurso en un admirable proceso de reflexión se presta a muchas interpretaciones, casi ninguna de ellas favorable a su manera de gobernar corresponsablemente esta iglesia», estiman desde la Comisión Permanente del Foro de Curas de Bizkaia, que insiste en solicitar una reunión con Mario Iceta para abordar este y otros asuntos relacionados con la diócesis. A.G.