«Si vas a caer, que sea sin balas», suele, o solía decir Michael Jordan. Uxúe Bilbao Basket las gastó todas para levantar un pésimo inicio y forzar la prórroga en un partido alucinante que empezó como un poema a la mala defensa y terminó como un canto al buen basket.

Valencia Basket necesitó 113 puntos y una prórroga para batir a los hombres de negro, que pelearon hasta la extenuación y que llegaron justo sobre la hora para forzar el tiempo extra merced a un final tan desesperado como certero, con un triplazo de Vasileiadis a falta de un segundo como revulsivo. Pero ya en la prórroga, habiendo logrado al fin la primera ventaja en el marcador -una renta que jamás excedió los dos puntos-, un fallo de Zisis en el tiro libre condenó a los pupilos de Katsikaris, que aun así tuvieron un último triple de Moerman a su disposición, triple que no quiso entrar, porque ya no había más balas en su cargador. Y por culpa de esta derrota más la victoria de Gran Canaria, Bilbao Basket no podrá ser cabeza de serie en la Copa de Gasteiz.

Pagando el mal inicio

«Ellos han aprovechado con acierto los problemas de comunicación que hemos tenido atrás». Fotis Katsikaris vio cómo el Valencia Basket le endosaba 31 puntos en el primer cuarto, y cómo ese lastre costó el partido.

Costó el partido porque el esfuerzo restante de los hombres de negro fue para enjugar esa desventaja, en un juego de «la goma», pero a lo grande. «Hemos hecho un gran esfuerzo por remontar. Este equipo nunca baja los brazos», añadía el preparador de los hombres de negro. Claro que, en su fuero interno estaría deseando que no hubiese sido necesario tener que hacer semejante esfuerzo.

Del 27-11 adverso a poco del final el primer asalto se llegaba al 50-46 del descanso, una borrachera anotadora en la que Bilbao Basket trataba de acortar distancias, gracias sobre todo al dúo compuesto por Lamont Hamilton y Kostas Vasileiadis. Pero entre Dubljevic, MVP del partido con una valoración de 37 tras sumar 32 puntos y 6 rebotes, más las estelares apariciones de Gelabale o Kelati, los pupilos de Velimir Perasovic conseguían mantener su renta entre los cuatro y los diez tantos, llegando al último período con un escalofriante 79-71, que no iba a ser el preludio de unos últimos minutos de verdadera locura.

Triples y tiros libres

Bilbao Basket quemaba sus naves. Raül López y Mumbrú cometían cinco personales, y los taronjas aprovechaban el regalo de los tiros libres -43 de 47, por 27 de 40 de los vizcainos-. Sin embargo, mientras Vasileiadis está en la cancha, difícilmente se puede dar el partido por finiquitado. «El equipo ha hecho enorme esfuerzo atrás, y sumado al acierto y a que ha tomado muy buenas decisiones, ha logrado empatar el partido», relataba Katsikaris.

Un «dos más uno» de Grimau que se convirtió en «dos más triple de Kostas», más otro triple de Vasileiadis a un segundo del final, llevaban el duelo a la prórroga. En el tiempo extra, Moerman dio la primera ventaja a los bilbainos. Bilbao Basket llevó la iniciativa, pero los taronja sobrevivieron gracias a los tiros libres, con decisiones arbitrales no siempre claras.

Zisis erró un tiro libre clave, y aunque Kelati no sentenció, la opción de la remotada ya era imposible. Moerman disparó, pero no tenía ya balas.