Los trabajadores del Hospital San Juan de Dios, que han permanecido encerrados en la iglesia de San Lorenzo de Iruñea desde el sábado, reclamaron a la consejera de Salud del Gobierno navarro, Marta Vera, que «cumpla con su palabra» para llegar a un acuerdo lo antes posible para poder mantener la concertación con este centro sanitario. «De no lograrse, supondría un retroceso nunca visto en Osasunbidea, suponiendo un desproporcionado e inmoral aumento de las listas de espera en intervenciones quirúrgicas», destacó Teresa Díaz-Faes (del sindicato Satse), que ejerció de portavoz de los trabajadores en el acto que puso final al encierro en San Lorenzo ayer al mediodía.

«La cruda realidad de estas políticas furtivas de tijera y motosierra la van a sufrir aquellas personas más necesitadas y vulnerables, cuyos recursos económicos no alcancen para financiarse una intervención», destacó Díaz-Faes, que compareció junto a Fernando Moreno (CCOO) y Merche López (Grupo Independiente).

El Gobierno navarro tiene previsto recortar el concierto con San Juan de Dios, poniendo en riesgo la continuidad del centro, el único en Nafarroa que actualmente ofrece cuidados paliativos, unidad de daño cerebral y hospitalización de medicina interna y geriatría de media-larga estancia. Junto a ello, realiza anualmente más de diez mil operaciones quirúrgicas, evitando, según comentan los trabajadores, el incremento de las listas de espera en la sanidad pública.

De materializase el proyecto gubernamental, el 100% de las intervenciones de traumatología se van a derivar a Ubarmin; se reduce el 42% de las intervenciones de oftalmología; un 30% las de cirugía general; un 46% de las otorrinolaringología; un 41% las de urología, y un 8% las de cirugía vascular, según denunciaron los trabajadores en una comparecencia que tuvo lugar en el Parlamento a comienzos de diciembre.

El 15 de diciembre, más de 1.500 personas se manifestaron en la capital navarra en contra de los recortes en San Juan de Dios. La plantilla ha recabado también más de 20.000 firmas de apoyo.

«Queremos decir de forma clara y contundente que apostamos por una sanidad pública universal y gratuita, de la que nos consideramos un pilar fundamental, al ser complementarios de la misma», subrayó Díaz-Faes, que indicó que no se oponen a la apertura de nuevos quirófanos en la Clínica Ubarmin ni en el Complejo Hospitalario de Nafarroa.

Un ERE sobre la mesa

Los trabajadores también se mostraron críticos con la empresa, que ha presentado un ERE que afecta a 30 personas. «Consideramos que ni las formas de intervenir ni los procedimientos que están empleando sean los adecuados para afrontar esta situación», explicaron, por lo que instan a la dirección de San Juan de Dios «a reflexionar y a cambiar su manera de proceder para poder solventar esta situación con el menor perjuicio para todos nosotros».

Al comenzar el encierro el sábado, los trabajadores de San Juan de Dios reclamaron «una gestión del dinero público que tenga en cuenta las necesidades actuales y futuras de la sociedad, con una previsión a medio plazo y una priorización del gasto en sanidad, educación y servicios sociales».

Junto a ello, precisaron que no todas las concertaciones que se hacen en Nafarroa son iguales y reivindicaron la atención en San Juan de Dios, concertado desde hace 70 años, con el 96% de su actividad recibida desde la sanidad pública, con una coordinación que considera satisfactoria con los profesionales de Osasunbidea y con flexibilidad para atender la demanda.

Rechazaron también que la dirección de San Juan de Dios haya presentado un ERE colectivo que afecta a 30 personas sin haber terminado las negociaciones con Osasunbidea: «Defenderemos nuestro derecho al trabajo, así como una solución justa que resuelva este conflicto y tenga en cuenta las necesidades de salud de Navarra: listas de espera quirúrgicas, atención domiciliaria, rehabilitación geriátrica».

Tras poner fin a su encierro en San Lorenzo, los trabajadores corearon consignas contra la política de recortes antisociales del Gobierno navarro y reclamaron la dimisión de la consejera Vera y de la presidenta del Ejecutivo, Yolanda Barcina.

Paradójicamente, el 1 de octubre pasado comenzaron las obras de ampliación del Hospital San Juan de Dios, presupuestadas en 41 millones de euros, de los que 14,75 millones han sido avalados por el Gobierno navarro.