El juicio contra veinte presuntos miembros de una mafia rusa con ramificaciones en Euskal Herria y Catalunya por una decena de delitos como asociación ilícita, extorsión, receptación, tráfico de drogas, hurto, tenencia ilícita de armas, proposición para la comisión de un secuestro o falsificación de documento público fue suspendido tras alcanzar un acuerdo la Fiscalía y la defensa.

Al encausado principal, con doble nacionalidad rusa y española y afincado desde hace años en Gipuzkoa, se le ha reducido una petición de dieciséis años de prisión a una condena de cuatro y medio. A cambio, ha reconocido los delitos de tráfico de drogas, extorsión y pertenencia a banda criminal no jerarquizada.

El acuerdo y la reducción de las penas evitarán el ingreso en prisión del resto de encausados. El líder del grupo será el único que volverá a la cárcel, donde ya ha cumplido dos de los cuatro años que le corresponden. Tres de ellos se deben al medio kilo de cocaína que encontraron en su vivienda durante un registro de la operación denominada Nala, iniciada en Gipuzkoa a mediados del año 2007 por agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil.